El jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov afirmó hoy de visita en China que algunos países intentan detonar la situación en Siria.
“Algunos de nuestros socios hacen en la práctica cosas para detonar la situación (en Siria), en el sentido literal y figurado”, declaró Lavrov en una rueda de prensa celebrada en Pekín.
Rehusó especificar a qué países se refiere pero dijo que también tiene en cuenta el doble atentado que, según la información de última hora, causó esta mañana 55 muertos y 372 heridos en Damasco.
Agregó que algunos miembros de la comunidad internacional debieran usar su influencia en los grupos que, a pesar del armisticio declarado, siguen perpetrando invectivas armadas y atentados terroristas en Siria.
“Hay quienes quisieran presionar sobre nosotros para que cambiemos nuestra postura (con respecto a Siria). No cederemos a esta presión”, subrayó.
Recordó que Moscú plantea la necesidad de “cesar la violencia, provenga de donde provenga, cumplir plenamente el plan del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan” y “encontrar una solución política a la crisis” que, según la estimación de Naciones Unidas, ocasionó más de 9.000 víctimas en los últimos 14 meses.
Calificó de “inadmisible” una intervención militar extranjera en Siria y afirmó que “el Consejo de Seguridad de la ONU no la autorizará”.
Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes de este organismo, ya usaron en dos ocasiones su derecho de veto para bloquear la adopción de resoluciones contra el régimen de Bashar Asad.
Lavrov se puso al frente de la cancillería rusa en 2004. Estos días es un “ministro en funciones” junto con otros miembros del Gabinete que entró en una fase de remodelación tras la investidura de Vladímir Putin como presidente y el nombramiento de su antecesor, Dmitri Medvédev, como nuevo primer ministro.
El vicecanciller ruso Mijaíl Bogdánov manifestó hoy, en el transcurso de un encuentro con el embajador de Siria Riad Haddad, la “enérgica condena” de Moscú a los atentados que hoy causaron múltiples víctimas civiles en Damasco.