La ausencia de criterios homologados generó una crisis en la institución internacional de observadores electorales, opina Ígor Borísov, experto ruso en materia del derecho electoral.
“La observación internacional como institución está atravesando por tiempos difíciles y, en realidad, está sumida en una profunda crisis que, en gran medida, es atribuible a la falta de normativas universales y criterios homologados para vigilar la votación”, dijo Borísov a la prensa.
Mencionó, en particular, que observadores de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE siguen sin presentar el informe final a raíz de las elecciones presidenciales celebradas en Rusia el 4 de marzo de 2012.
“Se empeñan en ocultar documentos originales y no sacan a la luz pública la totalidad de los datos que han recogido durante nuestros comicios”, señaló Borísov, quien preside el Consejo del Instituto social del derecho electoral de Rusia (ROIIP, por su sigla en ruso).