El Templo del Cielo de China

El Templo del Cielo (en chino Tian Tan) es un conjunto de edificios y una tarjeta de presentación de la capital de China. Los emperadores chinos, tras observar un ayuno riguroso, lo visitaban a lo largo de casi 500 años para elevar oraciones pidiendo buena cosecha y prosperidad para el imperio. Hoy día, el Templo del Cielo es uno de los lugares más visitados de Pekín.

En la parte sur de este conjunto arquitectónico se encuentra el Altar del Cielo. El camino que lleva allí pasa a través de una puerta en forma de arco. Sus postes laterales están adornados con nubes de piedra. Atrás vienen puertas múltiples de tamaño menor y de nombre poético “Puertas con nubes que forman un bosque de jade”.

En la parte central del Altar se ubica una lápida circular, “Piedra del alma celeste”, que simboliza el foco de la bóveda celeste. Si uno se pone encima de esa lápida y pronuncia unas palabras en voz baja, el sonido se multiplica y, según leyenda, puede llegar al cielo. Los deseos de ser oídos en los cielos forman cola.

El Altar está cercado por dos paredes, la exterior, de forma cuadrada, y la interior, circular. Según nociones de los chinos antiguos, el cielo es circular, y la Tierra, cuadrada. La proyección del círculo sobre el cuadrado es el lugar donde se encuentra China, llamada también Celeste Imperio.

En el Templo de la Bóveda Imperial del Cielo, sobre una terraza de tres escalones, se yergue una sala de forma redondeada con un altar. El templo está rodeado del Muro de Ecos, de 200 metros de largo. La palabra pronunciada cerca del muro se hoye bien en todo su perímetro.

La Puerta de la Perfecta Castidad se encuentra en la pared que divide el conjunto en las partes sur y norte.

Un camino amplio, llamado Puente de Peldaños Rojos, simboliza el movimiento de la Tierra hacia el Cielo.

Del lado oriental del Puente de Peldaños Rojos se encuentra la Terraza de Cambio de Ropa. Cuando el emperador se ponía allí la vestimenta ritual para participar en una ceremonia, encima de la terraza tendían una cortina amarilla.

El Camino Sagrado lleva a las Puertas del Sur hechas de ladrillo y revestidas de tejas verdes. Sus tres arcos son de tamaño distinto. El central, destinado para Dios, es el más grande.

El Salón de Oraciones por la Buena Cosecha es una de las pocas edificaciones que se conservan desde la época de la dinastía Ming.

El Salón de Oraciones por la Buena Cosecha es un edificio redondo construido sobre una plataforma de piedra blanca. Su techo cónico tiene tres aleros y está rematado por una bola dorada en la cúpula. Es el edificio más alto del conjunto, de 38 metros de altura.

Su techo alto y pesado descansa sobre 28 pilares de madera gigantes que simbolizan 28 constelaciones.

Por las partes este y oeste del Salón de Oraciones por la Buena Cosecha se ubican unos pabellones en que se celebraban ceremonias en honor a los dioses del Sol, la Luna, las estrellas, el viento, la lluvia, el trueno y el relámpago.

El Salón de Oraciones por la Buena Cosecha fue fundado en 1420, inmediatamente después del traslado de la capital de China a Pekín. A finales del siglo XIX, al ocaso del imperio, el Salón se quemó alcanzado por un relámpago, pero fue reconstruido a poco. El conjunto arquitectónico Templo del Cielo fue proclamado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.