La Fuerza de Defensa Nacional de la República de las Maldivas concluyó sin éxito la operación de rescate del barco iraní Eglantine de bandera boliviana secuestrada el lunes pasado por piratas somalíes cerca de la isla maldiva de Hoarafushi en el Océano Índico, informó el portavoz de las Fuerzas Armadas de las Maldivas, Abdulá Alí.
La operación fue concluida después de dos días debido a que la embarcación secuestrada abandonó las aguas territoriales de las Maldivas. A bordo del barco, que transportaba azúcar de Brasil a Irán, se encuentran 23 tripulantes, cuya situación se desconoce por el momento.
Es el primer ataque de piratas somalíes en las aguas de la República de las Maldivas en la historia contemporánea de este país. Los expertos opinan que los piratas somalíes pretenden ampliar su alcance ante los intensificados esfuerzos de la comunidad mundial en el marco de la misión internacional contra la piratería.
Anteriormente, la operación antipiratería Atalanta realizada por las fuerzas de la Unión Europea en el Golfo de Adén y las zonas peligrosas del Océano Índico, fue prolongada hasta el año 2014. Además, a los marineros europeos se les concedió el derecho de realizar operaciones terrestres en el territorio de Somalia.
Los buques de la Armada de Rusia participan en la misión internacional contra la piratería en el Golfo de Adén y el Cuerno de África desde al año 2008.
Los piratas somalíes son la amenaza principal para la navegación marítima mundial. El gobierno de Somalia se ve dificultado a combatir la piratería, puesto que no existe como un Estado único desde 1991 tras la caída de la dictadura de Mohamed Siad Barre.