Moscú no ofrece asilo político al presidente de Siria, Bashar Asad, declaró este martes el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una entrevista a la emisora de radio "Kommersant FM".
“Nadie le invita a Moscú”, afirmó el titular de la diplomacia rusa preguntado si no sería mejor que Asad dimitiera y se refugiase en Moscú en vez de repetir el destino del derrocado líder libio Muamar Gadafi, brutalmente asesinado por unos militantes del Consejo Nacional de Transición libio el 20 de octubre de 2011.
“Es Bashar Asad quien tiene que decidirlo. Y lo decidirá no porque alguien se lo ofrezca desde Rusia”, dijo Lavrov.
Lavrov comentó que actualmente varios países del Occidente califican a Asad como un criminal de guerra y exigen que le entreguen al Tribunal de la Haya o la Corte Penal Internacional. “Entonces, los que insisten en ello deben explicar al presidente sirio qué alternativas tiene”, añadió el canciller ruso.
“La OTAN, la Unión Europea y ciertos países del Occidente afirman que la situación en Siria es casi desesperada. Al mismo tiempo, no quieren contribuir a que comiencen las negociaciones (entre las partes del conflicto)”, comentó Lavrov.
Lavrov subrayó asimismo que Rusia no intenta justificar las decisiones de las autoridades sirias que “reaccionaron de manera equivocada ante las primeras protestas pacíficas” y tardaron en tomar decisiones adecuadas lo que agravó el conflicto en Siria, que dura ya un año y ha causado, según estimaciones de la ONU, más de 8.000 muertos.
