Algunas prendas de ropa contienen substancias tóxicas que, con el lavado, se convierten en importante fuente de contaminación acuática, advirtió la ONG ecologista Greenpeace en un informe divulgado de cara al Día Mundial del Agua que se celebra el 22 de marzo.
Al analizar los efectos del lavado en 14 muestras de ropa que contienen plastisol (tinta que se usa fijar imágenes sobre tela) o nonilfenol etoxilado (NPE, por sus siglas en inglés), ecologistas llegaron a la conclusión de que la liberación del NPE a raíz del contacto con el agua “es una fuente considerable de la contaminación de ríos, lagos y mares en los países de la Unión Europea”.
También detectaron la presencia del NPE en aguas residuales de instalaciones depuradoras en Rusia.
Buena parte de estos compuestos tóxicos se vierten al alcantarillado durante el primer lavado de prendas recién compradas.
Contaminada con el NPE, el agua sucia llega a las estaciones de depuración urbanas y se transforma en estables compuestos tóxicos que se vierten a los espacios acuáticos junto con el resto de aguas residuales, según el informe, ya el tercero que Greenpeace dedica a este problema.
Un colaborador de Greenpeace Rusia, Alexei Kiseliov, afirmó en declaraciones a RIA Novosti que “esa contaminación fluvial es un problema transfronterizo”.
Según los ecologistas, la única solución consiste en renunciar al uso del NPE en la industria textil. Los seis mayores fabricantes de ropa ya están desarrollando un plan de acción conjunto para reducir a cero el vertido de compuestos tóxicos.
También podríamos hacer una contribución personal a ello minimizando la presencia de prendas nuevas en nuestro vestuario a favor de ropa usada.
El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo desde 1993 por decisión de la Asamblea General de la ONU. En 2003, la ONU proclamó el período de 2005-2015 Decenio internacional para la acción “El agua, fuente de vida”.
