Hasta 20 militares estadounidenses pudieron ser involucrados en el asesinato de ciudadanos civiles en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, el pasado 11 de marzo, declaró el diputado de la provincia, Hamidzai Lalai.
“En la matanza en Panjwar que se produjo el 11 de marzo participaron de 15 a 20 militares estadounidenses”, dijo Lalai, citado por la agencia Pajwak, quien integra la comisión parlamentaria encargada de investigar la tragedia.
El diputado agregó que la comisión revisó el lugar del siniestro e interrogó a los familiares de los asesinados, a los heridos y a los jefes tribales locales.
“Los poblados (donde se produjo el asesinato) se ubican a 1,5 kilómetros de la base militar estadounidense.
Estamos convencidos de que un soldado no podría matar ni herir a tantas personas en dos localidades simultáneamente en una sola hora. En estas localidades actuaron dos grupos que asesinaron a 16 personas, mayormente niños y mujeres”, agregó.
Lali pidió al gobierno afgano, a la ONU y a la comunidad internacional garantizar las condiciones para enjuiciar a los homicidas en Afganistán y expresó su indignación de que uno de los militares estadounidenses que participó en la matanza ya fuera transportado de Afganistán a la base militar de EEUU en Kuwait.
El pasado 11 de marzo 16 personas fueron asesinadas y otras siete resultaron heridas a manos de militares estadounidenses en un poblado del distrito de Panjwar. Los cuerpos de las víctimas fueron quemadas. Los mismos soldados afirmaron que no se trataba de un grupo de militares y responsabilizaron de la masacre a un solo soldado.
Ayer, jueves, el presidente afgano, Hamid Karzai, se reunió con el jefe del Pentágono, Leon Panetta, y le exigió que las tropas de la OTAN abandonen las localidades afganas, se concentren en sus bases militares y se retiren desde el territorio afgano hasta los finales de 2013.