El ex presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, afirmó hoy que su dimisión del martes fue forzada, llamó a su sucesor Mohamed Waheed a dejar el puesto, y a la Justicia, a investigar el golpe de Estado que se produjo la víspera, según las agencias.
Un motín policial obligó a Nasheed a refugiarse ayer en la sede del Estado Mayor donde había una veintena de oficiales y agentes.
“Me dijeron que, si no anuncio mi renuncia, usarán las armas y lo interpreté como una amenaza”, declaró en una entrevista telefónica con AFP un hombre que se identificó como ex presidente de Maldivas.
Según la cadena de televisión Channelnewsasia.com, Nasheed pronunció hoy un breve discurso ante sus partidarios en la capital de Maldivas, Male, y llamó a su sucesor, hasta ayer vicepresidente Mohamed Waheed, a abandonar la jefatura del Estado. También exhortó a la Justicia a investigar el golpe del martes y juzgar a sus responsables.
Waheed, en opinión del ex dirigente, siempre había soñado con la presidencia y, en cuanto se le presentó una oportunidad, la aprovechó.
El propio Waheed, entretanto, descartó en su primera rueda de prensa la existencia de un complot para derrocar a Nasheed. “No había un plan. Yo no estaba preparado en absoluto”, confesó el nuevo líder, citado por Reuters.
Nasheed anunció su dimisión el pasado martes, tras varias semanas de protestas provocadas por su polémica orden de arrestar al juez jefe de la Corte Penal.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, manifestó hoy su “profunda preocupación” por el desarrollo de los acontecimientos en las Maldivas y exhortó al Gobierno de este país insular de 300.000 habitantes situado en el Océano Índico a “garantizar la seguridad física y los derechos democráticos de la población”. También ofreció su ayuda para propiciar un amplio diálogo nacional.