El primer ministro británico David Cameron se declaró dispuesto el pasado lunes a dar la bienvenida a bancos franceses que decidan trasladarse a Gran Bretaña después de agosto próximo, fecha en que Francia planea introducir un impuesto del 0,1% sobre las transacciones financieras.
Si Francia va adelante con su impuesto sobre transacciones financieras, Gran Bretaña, “en un espíritu de sana competencia”, “abrirá las puertas y podrá dar la bienvenida a muchos bancos franceses, empresas y otros”, manifestó Cameron, citado por AFP, en rueda de prensa que se celebró al término de la cumbre de la Unión Europea en Bruselas.
Agregó que ello ayudará a la expansión de la economía británica.
Cameron calificó de “loco” y “extraordinario” el futuro impuesto que, según Nicolas Sarkozy, aportaría mil millones de euros anuales al fisco francés y contribuiría a reducir el déficit presupuestario.
“El comisario europeo nos dijo que eso le costaría a Europa medio millón de empleos. Ahora que todos estamos luchando por el empleo y el crecimiento, me parece realmente extraordinario hacer algo que costaría tantos empleos”, declaró Cameron.