Moscú califica de una “provocación internacional” los llamamientos de ciertos países occidentales a la oposición siria para que rechace el diálogo con las autoridades, declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
“Ante la situación actual, la Liga Árabe aboga por el cese de la violencia y el diálogo nacional, mientras que los países occidentales hacen llamamientos contrarios y recomiendan a la oposición que rechace el diálogo con el régimen del presidente Bashar Asad. Parece una provocación a nivel internacional”, dijo Lavrov.
Al comentar las exigencias de la comunidad internacional sobre la protección de la población civil de Siria, Lavrov recordó que semejantes llamamientos precedieron a la tragedia en Libia y que precisamente este lema llevó posteriormente a graves violaciones del mandato de la ONU y los bombardeos que “en vez de proteger a los civiles, los mataron”.
Rusia apoya, según Lavrov, la iniciativa de la Liga Árabe encaminada a poner fin a la violencia en Siria de dondequiera que venga, emplazar en el país los observadores del organismo e intensificar el diálogo entre Damasco y la oposición.
El canciller ruso afirmó asimismo que los procesos actuales en Oriente Próximo y la llamada “primavera árabe” que llevó al derrocamiento de los presidentes tunecino y egipcio y el asesinato del líder libio Muamar Gadafi, probablemente están vinculados con la situación en Siria.
“Seguramente surge la tentación para los países vecinos de aprovecharse de la situación configurada en Siria”, dijo Lavrov.
Siria es escenario de desórdenes y protestas desde mediados de marzo. La mayoría de los opositores así como varios países del Occidente exigen la dimisión inmediata del presidente Bashar Asad.
Según los datos de la ONU, los enfrentamientos entre los seguidores y los opositores de Asad ya causaron al menos 3.500 muertos, mientras que las autoridades informan sobre unos 1.500 muertos entre ambos bandos, de ellos, al menos 1.100 agentes de seguridad.