El jefe de la Agencia Aeroespacial de Rusia, Roskosmos, Vladímir Popovkin, declaró hoy que es mínima la probabilidad de que los fragmentos de la sonda interplanetaria rusa Fobos-Grunt, que no pudo salir a la órbita marciana y quedó orbitando la Tierra, alcancen la superficie terrestre.
“Tiene 7,5 toneladas de combustible. Se encuentra en depósitos de aluminio, y no dudamos que explotará al entrar en las capas densas de la atmósfera. Hay poca probabilidad de que algunos fragmentos alcancen la Tierra”, dijo Popovkin.
Según Roskosmos, todavía existe la probabilidad de recuperar el control sobre la sonda y es necesario realizarlo hasta los principios del próximo diciembre para poder usarla según finalidad, ya que la sonda continuará orbitando la Tierra hasta los principios de enero.
“Todos los sistemas del aparato espacial funcionan bien, se orienta al Sol. Ahora estamos buscando qué hay que hacer para arreglar la situación”, agregó.
En este sentido, Popovkin resaltó que las autoridades aeronáuticas no planean suspender los programas espaciales tras el reciente fallo.
Según los cálculos del observador Ted Molczan, a base de los datos obtenidos del Comando Estratégico de EEUU, la sonda caerá a la Tierra el 12 de enero de 2012, 12 días más tarde o temprano.
De acuerdo a los datos de otro observador, Simone Corbellini, desde el momento del lanzamiento el apogeo de la sonda disminuyó desde 342 hasta 334 kilómetros, mientras que el perigeo aumentó desde 206,6 hasta 207,8 kilómetros.
El motor sustentador de la sonda, lanzada desde el cosmódromo de Baikonur en la noche del 8 de noviembre pasado, no se puso en marcha tras la separación del cohete propulsor. Como consecuencia, el aparato se quedó orbitando la Tierra en vez de dirigirse hacia Fobos, una de las dos lunas marcianas.
La sonda Fobos-Grunt, que debía recoger muestras del suelo en una de las dos lunas marcianas, debería ser lanzada en 2009 pero el lanzamiento se aplazó hasta noviembre de 2011 por ensayos adicionales.
Equipos científicos europeos representan una parte considerable de la carga útil a bordo de Fobos-Grunt.
Al menos dos sondas marcianas se perdieron en el pasado por falta de orientación y varias más fueron víctimas de errores en programas informáticos. La sonda rusa Mars-96 no pudo enfilar hacia Marte por razones desconocidas y se desintegró en las capas densas de la atmósfera pocas horas después de su lanzamiento, en noviembre de 1996.