Noviembre de 1941 fue el 27º mes de la Segunda Guerra Mundial. El Ejército Rojo seguía atravesando una grave crisis. Las tropas nazis continuaron la ofensiva estratégica en todas las direcciones.
Pero a diferencia de los acontecimientos que se desarrollaron en octubre, el Tercer Reich tropezó con una resistencia encarnizada en varias regiones de la URSS y se vio obligado a detener su avance e incluso retroceder. La guerra relámpago (Blitzkrieg) ya no tuvo el éxito que tuvo en los primeros meses de la guerra.
Impedir al enemigo a reforzar sus posiciones
Hacia noviembre de 1941, el Grupo nazi de Ejércitos Norte aplazó la ofensiva contra Leningrado (actual San Petersburgo) y cercó la ciudad con la ayuda de las tropas finlandesas. El cerco se fue estrechando y sólo se quedó la posibilidad de suministrar alimentos y municiones a la ciudad por el lago Ladoga, sometido al bombardeo alemán por tierra y aire.
Los nazis decidieron cerrar este corredor estrecho también al trasladar sus tropas al teatro de operaciones en el Este de la provincia de Leningrado.
Los combates encarnizados se libraron en las proximidades de las ciudades de Voljov y Tijvin, situadas cerca de Leningrado. Tijvin fue ocupada el 9 de noviembre por el 39º cuerpo blindado alemán.
Al día siguiente, Moscú ordenó “bombardear Tijvin incesantemente, de día y de noche, para impedir al enemigo a reforzar sus posiciones en esta ciudad”. Desde el 19 de noviembre, el Ejército soviético lanzó una amplia contraofensiva en las proximidades de Tijvin que continuó durante varias semanas.
La ofensiva alemana en la dirección de Voljov tan sólo se logró detenerla hacia el 25 de noviembre. La línea de frente fue a la distancia de unos 6 kilómetros al sur de esta ciudad.
Al tropezar con la tenaz resistencia de los soldados soviéticos, el comando alemán ordenó concentrar las fuerzas cerca de la localidad de Voibokalo, al occidente de Voljov. Pero allí también el Ejército Rojo logró repeler el ataque de las tropas nazis.
Al lanzar una contraofensiva el 28 de noviembre, las tropas soviéticas obligaron a las unidades alemanas a retroceder aún más y liberaron un tramo de la vía férrea entre Voljov y Tijvin.
En la antesala de un gran éxito
En la dirección de Moscú, la Wehrmacht inició la segunda fase de la batalla de Moscú a principios de noviembre, cuando llegaron las heladas y los caminos se hicieron más transitables.
Se preveía derrotar a las unidades soviéticas de los flancos Sur y Norte y cercar a la capital de la URSS.
Del 15 al 18 de noviembre, las tropas nazis lanzaron la ofensiva principal en la dirección de Klin-Rogachiovo y Tula-Kashira.
Al introducir al combate 51 divisiones, incluidas 13 unidades blindadas y 7 motorizadas, los alemanes consiguieron éxitos tácticos. Hacia las finales de noviembre, el Ejército nazi logró apoderarse del área de Klin y Solnechnogorsk, Istra y Krásnaya Poliana y se aproximó a Moscú desde el norte y noroeste.
Otros intentos de avanzar ejmprendidos por las tropas alemanas fracasaron. Los soviéticos hicieron explotar esclusas de los embalses de Istra, de Ivánkovo y del canal Moscú-Volga. En resultado, se formó un flujo de agua de unos 2,5 metros de altura en la distancia de hasta 50 kilómetros.
Los intentos de los alemanes de cerrar las esclusas no tuvieron éxito. Entretanto, el 1er Ejército de choque y el 20° Ejército de las Fuerzas Armadas soviéticas fueron trasladados al Frente Occidental para apoyar al 30° y 16º Ejércitos entre cuyos flancos se formó un gran vacío.
El enemigo fue detenido y se vio obligado a suspender la ofensiva.
Las unidades del 2º y 4º Ejércitos alemanes hiciron un intento de tomar la ciudad de Tula pero sus ataques fracasaron. El general Guderian decidió atacar la ciudad desde el este y sureste mediante las fuerzas de la 2ª unidad blindada.
Pero hacia el 7 de noviembre, el 50º y 3 Ejércitos rusos lanzaron una contraofensiva y lograron detener la ofensiva alemana cerca de la localidad de Dedilovo.
Al reagrupar sus fuerzas, el Ejército nazi reanudó ataques y el 18 de noviembre, tomó a Dedilovo y el 25 de noviembre, a Stalinogorsk (actual Novomoskovsk). Hacia el 24 de noviembre, las tropas alemanas formaron un semicírculo alrededor de Tula pero no lograron derrotar a las tropas soviéticas en la dirección norte de la ciudad a pesar de grandes bajas causadas al flanco derecho del 50º Ejército soviético.
Entretanto, a finales de noviembre, el 2º Ejército blindado alemán estuvo en la antesala de un gran éxito que podría conllevar muy graves consecuencias para los defensores de Moscú.
El 25 de noviembre, las unidades de la 18ª división acorazada alemana tomaron la ciudad de Skopin, al este de Tula, y avanzaron rápidamente sin tropezar con alguna resistencia hacia la provincia de Riazán. Este tramo entre el Frente Occidental y Suroeste fue desprotegido.
Los efectivos de la 84ª brigada de fusileros navales trasladados urgentemente a esta zona eliminaron la amenaza de una posible penetración del enemigo en la retaguardia soviética. Los marineros no sólo lograron detener el avance del enemigo sino también, el 28 de noviembre, liberaron a Skopin de la ocupación alemana manteniendo sus posiciones hasta la llegada de las unidades del 10º Ejército soviético.
La Wehrmacht sufrió graves pérdidas en el frente soviético-alemán. El 30 de noviembre de 1941, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra nazi, general Franz Halder, anotó en su diario: “unos 340.000 efectivos faltan en el Frente Oriental, o sea, el número de los soldados de infantería se ha reducido al menos a la mitad. Hoy en día, las compañías cuentan con unos 50 o 60 efectivos en promedio”.
Hitler monta en cólera
El 5 de noviembre, las unidades del Grupo de Ejércitos Sur encabezado por el mariscal de campo Gerd von Rundstedt lanzaron una amplia ofensiva en la dirección de Rostov del Don con el objetivo de tomar bajo su control la región del Cáucaso y los yacimientos de petróleo.
El 56º Ejército bajo el comando del general Remezov defendía la ciudad. Tras una semana de los combates encarnizados, el 21 de noviembre, los alemanes lograron tomar Rostov del Don, pero el 29 de noviembre, las tropas soviñeticas liberaron la ciudad.
Aquel mismo día, el dirigente soviético, Iósif Stalin envió un telegrama al comandante del frente Sur, general Cherevichenko, y al comandante en jefe en la dirección Suroeste, mariscal Timoshenko felicitándoles con el triunfo y la liberación de Rostov del Don de los invasores nazis.
Rundstedt ordenó a sus tropas a retroceder hacia el río Mius. Hitler se enfureció y exigió que von Rundstedt entregara el mando del Grupo de Ejercitos Sur al mariscal de campo Walter von Reichenau. Pero Reichenau confirmó la orden de su predecesor y la línea del frente pasó a lo largo del río Mius hasta el verano de 1942.
Entretanto, en Crimea (península en la costa norte del Mar Negro) el Ejército Rojo continuó defendiendo su último bastión de Sebastopol tras la evacuación del 51º Ejército.
A partir de finales de octubre, en las proximidades de Sebastopol se libraron combates entre las tropas soviéticas y las unidades del 11º Ejército alemán bajo el mando del general von Manstein. El 11 de noviembre, el Ejército nazi lanzó una amplia ofensiva contra la ciudad pero no logró tomarla tras 10 días de combates encarnizados.
En su libro de memorias von Manstein ecribió que una de las causas del fracaso del Ejército alemán fue el tiempo. “Nos impidió el invierno ruso... Al comenzar las lluvias en Crimea, los lodazales dificultaron mucho la marcha de las unidades mecanizadas… Hacia el 17 de noviembre, un 50% de nuestros vehículos no funcionaron. En el norte del país ya hacía muy frío y cuatro locomotoras de las cinco que teníamos en nuestra disposición en el sur del río Dniéper dejaron de funcionar debido a las bajas temperaturas”, se quejó el mariscal de campo.
Así las cosas, el primer intento de los nazis de tomar Sebastopol fracasó y la situación se estabilizó para un corto tiempo en esta zona del frente.
Operación “Crusader”
Hacia noviembre de 1941, se activizaron las operaciones de combate en el norte de África. Las tropas británcias lanzaron una ofensiva contra las tropas alemanas e italianas en Libia.
El 18 de noviembre, el 8º Ejército británico bajo el mando del general Cunningham atacó al enemigo cerca de la ciudad de Tobruk. Las tropas del general Rommel repelieron el ataque y libraron una batalla de unidades acorazadas en la que ambas partes sufrieron muchas pérdidas. Los británcios retrocedieron y el 26 de noviembre, Cunningham fue sustituido en su cargo por le general Ritchie.
Al día siguiente, la 2ª división neozelandesa estableció el contacto con la guarnición de la ciudad de Tobruk sitiada por los alemanes y rompió el cerco.
El 30 de noviembre, el cuerpo alemán hizo un intento de restablecer la situación, pero tras dos días de combates se vio obligado a retirarse.
En noviembre, los británicos sufrieron una derrota en el mar. El 13 de noviembre, el portaaviones británico Ark Royal fue torpedeado en el mar Mediterráneo por el submarino alemán U-81 y hundió al día siguiente.
Los destructores británicos dispararon contra el submarino 130 cargas de profundidad pero no consiguieron dañarlo. El 10 de diciembre, el comandante del U-81, Friedrich Guggenberger, fue condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro por su ataque exitoso.
En noviembre de 1941, el cuarto convoy del Ártico PQ-3 con las cargas estratégicas y material bélico proveniente de EEUU y Gran Bretaña salió de las costas de Islandia con destino a la IRSS. El convoy salió al mar el 9 de noviembre y arribó con éxito al puerto ruso de Arjanguelsk el 22 de noviembre.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI