La intromisión de Occidente en los asuntos de Siria sacudida por protestas antigubernamentales provocaría conmociones en todo el Oriente Próximo, declaró el presidente sirio Bashar Asad entrevistado hoy por el semanario británico Sunday Telegraph.
“Los países occidentales planean intensificar la presión. Pero Siria difiere de Egipto, Túnez y Yemen (que también viven conmociones). Tiene una historia y una política distintas. Siria es el país central de Oriente Próximo, y cualquier agravación de su situación interna podrá suscitar conmociones a escala regional. ¿Quieren tener ustedes un Afganistán más o una decena de afganistanes?”, hizo la pregunta retórica el presidente.
Al reconocer que las fuerzas de seguridad sirias “cometieron muchos errores” en la etapa inicial de las protestas populares, Asad afirmó que actualmente “luchan con los terroristas solamente” y que “los choques ya son menos numerosos”.
Medios occidentales informaron la víspera que unos carros blindados abrieron fuego contra la parte central de la ciudad siria de Homs, donde se desarrollan protestas antigubernamentales. Más tarde una organización local de defensa de derechos humanos informó que en Homs estallaron combates entre el Ejército regular y los militares que se unieron a la oposición.
La Liga Árabe exhortó a Damasco a cesar el empleo de la fuerza contra los manifestantes. Las autoridades sirias a su vez pidieron a la Liga reaccionar solamente a la información oficial sobre los sucesos que se desarrollan en el país.
Según datos de la ONU, más de tres mil personas murieron en Siria en los últimos siete meses a raíz de choques. Las autoridades sirias dan la cifra de más de 1.500 muertos por ambos lados, incluidos más de 1.100 agentes de orden público.