Geir Lippestad, abogado del autor confeso de los atentados en Noruega, Anders Breivik, relató hoy a periodistas sobre cómo piensa trazar la línea de defensa.
El jurista reveló que está trazando la línea de defensa junto con sus colegas desde hace tres meses y que busca argumentos para suavizar la sentencia. Dijo que la defensa procurará que la sentencia del tribunal sea lo más suave posible y que Breivik no enfrente más de 21 años de cárcel.
Uno de los argumentos de la defensa son las insuficientes medidas de seguridad adoptadas en el barrio gubernamental de Oslo y en la isla de Utoya.
"Mi defendido está asombrado de que pudiera dejar aparcado cerca del edifico gubernamental un vehículo cargado de explosivos", dijo Lippestad en una entrevista con la cadena de televisión TV-2.
Señaló que Breivik no esperaba que durante más de una hora pudiera estar disparando a la gente sin que interviniera la policía. Es decir, que a parte de las insuficientes medidas de seguridad también dejaba mucho que desear la organización del trabajo de la fuerza pública.
Otro argumento en la línea de defensa es que Breivik intentó desde el principio defender sus ideas de forma democrática, pero sólo consiguió ser objeto de mofas y persecución, hecho que lo convirtió en un radical.
Además, cuando Breivik estaba cometiendo los atentados consideraba que estaba librando una guerra contra el Islam y el multiculturalismo, y no se arrepiente de ello. "Los atentados eran para él una medida cruel pero imprescindible", dijo el abogado.
También comentó que Breivik se niega a comunicarse con sus padres y amigos.
El doble atentado en Noruega fue perpetrado el 22 de julio y causó 77 muertos: 69 personas fueron asesinadas en la isla de Utoya y ocho murieron a raíz de la explosión en Oslo.
Primero se produjo la explosión en el barrio gubernamental de Oslo, en el edificio donde se encontraba la oficina del primer ministro. Unas horas después, un hombre disfrazado de policía abrió fuego en el campamento juvenil de Utoya, ubicado cerca de la capital.
Ese mismo día la policía detuvo a Anders Breivik, noruego étnico de 32 años, que confesó ser el autor del doble atentado.
El 14 de noviembre, el juez deberá prorrogar el arresto de Breivik. Los psiquiatras, a su vez, deberán dar a conocer antes del 30 de noviembre sus conclusiones sobre la salud mental del tirador de Noruega.