La cumbre del Grupo de los Veinte, que se celebrará a principios del próximo noviembre en Cannes, deberá evaluar si el Fondo Monetario Internacional (FMI) dispone de suficientes recursos, declararon la víspera los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.
“El G-20 debe asegurarse de que el FMI dispone de recursos adecuados para asumir sus responsabilidades. El G-20 también debería estudiar posibles inyecciones en el FMI de países con gran superávit exterior”, instaron los líderes comunitarios en un comunicado emitido tras su cumbre en Bruselas.
Según explicó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se trata de un llamamiento para reforzar los recursos del FMI.
“Los países que tienen superávit exterior pueden hacer grandes aportaciones. Los Veintisiete coincidieron en que es necesaria una mayor participación en el FMI de países que tienen esa posibilidad”, señaló.
En su reunión de medidos del octubre pasado en París, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los Bancos Centrales del G-20 no lograron llegar a un acuerdo sobre el aumento de los recursos del FMI, trasladando el asunto a los líderes del grupo para un análisis más detenido.
El G-20 aprobó en varias ocasiones reforzar al FMI. En 2009 se acordó triplicar la capacidad financiera del fondo y en 2010 aumentar al doble las contribuciones de los Estados miembro.
Actualmente, el FMI participa en el rescate de Grecia (US$ 30.000 millones), Irlanda (por US$ 22.500 millones) y Portugal (US$ 26.000 millones). También es posible su participación en el segundo paquete de ayudas al país helénico.
El FMI agrupa a 187 naciones cuyas contribuciones constituyen su principal fuente de ingresos. La cuantía de las contribuciones se determina a partir de cuotas que dependen principalmente del tamaño de la economía de cada país.
Para finales de 2009, los recursos percibidos en base a esas cuotas ascendían a 325.000 millones de dólares.
Según la actualización del pasado 23 de octubre, la capacidad del fondo alcanza los 297.953 millones de derechos especiales de giros (DEG, la divisa empleada por el FMI), frente a los 217.400 millones de DEG a finales de 2009.
