Técnicos rusos del Instituto de física nuclear Budker desarrollaron para el sincrotrón español ALBA un dispositivo de inserción que permite incrementar el brillo del haz en la gama de rayos X blandos a un nivel sin precedentes en el mundo, declaró hoy Nikolai Mézentsev, jefe del proyecto.
Gracias a ello será posible estudiar con mejor precisión toda clase de procesos químicos y biológicos, por ejemplo, el comportamiento de átomos en una reacción química o la estructura de moléculas proteicas, señaló Mézentsev.
Ya puesto en marcha cerca de Barcelona, este dispositivo de inserción, o wiggler, genera “un flujo de fotones tan denso que es posible ver en alta resolución las muestras investigadas, ya sea una célula viva o la nanoestructura de un nuevo material”, según el físico ruso. La energía de estos fotones es de 10-50 kilo-electrón voltios.
El nuevo wiggler garantiza un brillo sin parangón gracias a los imanes superconductores que producen hasta 119 desviaciones de haces de electrones en el anillo de almacenamiento del sincrotrón.
Si los wigglers anteriores tardaban segundos en producir una imagen, el nuevo lo hace en menos de una millonésima del segundo, lo que “brinda por primera vez la oportunidad de estudiar la evolución de procesos veloces”. A futuro, por ejemplo, será posible ver lo que ocurre con los átomos de un explosivo durante la detonación. El Instituto Budker es el único que desarrolla semejantes estudios a día de hoy.
El brillo del haz en el dispositivo hecho para el sincrotrón ALBA es centenares de veces superior al de los wigglers fabricados hasta ahora. Ello permite reducir las interferencias y definir mucho mejor la estructura de una substancia, según Mézentsev.
El Instituto Budker ha desarrollado ya una quincena de wigglers para diversos centros de investigación extranjeros.