Los rebeldes libios necesitaron tan sólo 24 horas para tomar el control de una parte significativa de Trípoli, capital de Libia, en guerra durante casi medio año.
Fue algo absolutamente inesperado tanto por la comunidad internacional como por los mismos sublevados, porque hace apenas dos semanas, nada hacía suponer que las fuerzas enfrentadas al coronel Gaddafi pudieran imponerse con tanta facilidad al ejército del líder del país, cuyo paradero no se ha podido establecer.
Ahora, los expertos discrepan en cuanto al futuro de Libia; unos están seguros de que será inminente la desintegración del país, porque comenzará una la guerra de “todos contra todos”, además de una la catástrofe humanitaria.
Otros, en cambio, suponen que el traspaso del poder será bastante tranquilo y que se podrá evitar el derramamiento de sangre. Sin embargo, hablando del futuro de Gaddafi, los analistas coinciden en que las alternativas no son nada prometedoras.
¿Se puede cantar victoria?
Por ahora, las fuerzas de la oposición hacen planes de la reorganización de la estructura estatal. Hablando en directo en la BBC el Asesor de asuntos exteriores del Consejo Nacional de Transición de Libia, Omar Turbi, declaró que lo más difícil será conseguir una transición tranquila al nuevo sistema de poder.
“¿Cómo conseguir que haya paz entre las tribus? ¿Cómo detener a los saqueadores? ¿Cómo hacer que la gente honrada que trabajó para el régimen de Gaddafi, muchos, profesionales de la más alta categoría, empiecen a colaborar con la oposición?”, se preguntó.
Sería prematuro hablar de la transición al nuevo sistema de poder, cree el Director del Instituto Internacional de análisis político, Evgueni Minchenko. “Gaddafi preferirá morir empuñando el arma a escapar a algún país vecino y seguir con la resistencia”, explica el politólogo.
El coronel gozará de la capacidad de resistencia incluso después de caer la capital: ya ha demostrado estar dispuesto a ir hasta el final y no sucumbirá, en mi opinión”, señala.
Siguiendo el guión de Somalia
Si el régimen de Gaddafi acaba derrocado, Libia no tardará en sumirse en una época todavía más difícil, coinciden los expertos.
“El triunfo de los adversarios de Gaddafi significará que el país está bajo control de Al-Qaeda y de los islamistas sunitas. El futuro desarrollo de los acontecimientos en este caso seguirá el guión somalí, es decir, habrá guerra de “todos contra todos” y la desintegración del país”, opina el presidente del Instituto de Oriente Próximo de Rusia, Evgueni Satanovski.
Para Satanovski, lo único que le permitiría a Libia mantenerse en forma de un Estado es la ocupación extranjera.
Si el régimen de Gaddafi cae, “Libia dejará de existir en su forma actual y se dividirá en tres partes”, pronostica Evgueni Mínchenko. –Lo más probable es que surjan tres Estados que coincidan en territorio con tres regiones históricamente existentes en el país: Tripolitania (suroeste del país), Cirenaica (sureste) y Fizzan (sur).
Estas provincias durante mucho tiempo seguían un rumbo de desarrollo propio y cabe la posibilidad de que cada una de ellas adquiera independencia. Es posible que algunas tribus también proclamen su independencia”. En opinión de Mínchenko, esta separación inevitablemente desencadenará una catástrofe humanitaria en el país, cuyas consecuencias podrían superar la situación que vive en la actualidad Irak.
La desintegración de Libia afectará también a los países europeos, porque el número de inmigrantes ilegales procedentes del Oriente Próximo y del África del Norte crecerá en progresión geométrica, augura Satanosvki.
Existen, sin embargo, unos pronósticos menos pesimistas del futuro de Libia. “No merece la pena exagerar las discrepancias existentes en la sociedad libia”, señaló en su entrevista a RIA Novsoti el Director del Centro de estudios de conflictos en el Oriente Próximo de la Academia de Ciencias de Rusia, Aleksandr Shumilin.
En su opinión, el traspaso del poder en Libia ha de efectuarse de una manera bastante tranquila. “No hay que esperar ninguna guerra de las tribus libias”, afirma investigador del Instituto de estudios de la economía mundial y relaciones internacionales, Gueorgui Mirski, quien señaló también que “después de la retirada de Gaddafi Libia no tendrá mucho peso a nivel internacional”.
Según sus palabras, “durante el régimen de Gaddafi, gracias a su carácter y a la revolución por él protagonizada, el país desempeñaba un papel geopolítico desproporcionalmente grande, que superaba su verdadera importancia”, porque el líder libio “se metía en todo y apoyaba el terrorismo y las revoluciones”.
Libia “nunca ha dejado de ser un país de segunda fila y lo seguirá siendo. Si no tuviera petróleo, nadie habría oído nunca de él. Como tiene petróleo, seguirá desempeñando un cierto papel, pero no político ya”, resumió.
El papel de libia en la arena internacional, incluso dadas sus reservas de petróleo, será secundario, cree Aleksandr Shumilin.
“La influencia de Libia en el mercado de petróleo fue determinado ya hace tiempo, y era bastante limitada. Es decir, los intermediarios en varios sitios ya han eliminado del mercado el petróleo libio y su falta fue compensada por otros productores”, explicó.
El futuro de Gaddafi: muerte o juicio
En cuando al futuro del líder libio Muammar Gaddafi, las alternativas parecen ser escasas: la muerte o el juicio, aseguran los analistas.
No se puede descartar que el coronel busque refugio en algún país vecino, pero este guión es en realidad poco probable por dificultades de carácter técnico: la capital libia está bajo el control de los sublevados. Además, la fuga “sólo empañaría la imagen de Gaddafi, quien en más de una ocasión ha dicho que no se irá jamás, que seguirá luchando y morirá en su tierra”, señala Gueorgui Mirski.
“La variante de exilio voluntario apenas funcionaría, por lo tanto, queda la autodestrucción o el Tribunal de La Haya”, así de implacable fue Aleksandr Shumilin.
El suicidio es considerado por los musulmanes un grave pecado, de modo que Gaddafi puede “aguantar hasta el fin, para perecer en el combate”, opina Gueorgui Mirski. Si el coronel se queda con vida, lo más probable es que lo atrapen y entreguen al Tribunal de La Haya, coinciden los analistas.
En cualquier caso, la situación en Libia y el destino de Muammar Gaddafi ejercerán una influencia positiva en la región y servirán de lección para el líder sirio Bashar Assad, quien se niega a dimitir, a pesar de que lo están exigiendo las fuerzas de la oposición y la comunidad internacional, señala Aleksandr Shumilin.
“La carta que intentaba jugar Gaddafi, la resistencia y el derramamiento de sangre no dio el resultado deseado. El desenlace de la situación y el destino de Gaddafi servirán de lección, por ejemplo, a Bashar Assad… Supongo que Damasco sabrá sacar las conclusiones necesarias”, resumió.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
