Hace falta ejercer presión sobre los dirigentes sirios para que dejen de derramar sangre y utilicen métodos políticos para resolver los problemas internos, declaró hoy el primer ministro ruso Vladímir Putin a la prensa al cierre de la reunión con su homólogo francés Francois Fillon.
“Se debe presionar, sin lugar a dudas, sobre los dirigentes de cualquier país en que ocurren conmociones de masas y se derrama sangre. Hace falta insistir en que utilicen unos métodos que excluyan víctimas humanas e instrumentos políticos para solucionar los problemas internos”, señaló.
Rusia se pronuncia a favor de elaborar a nivel internacional unos métodos que lleven a eliminar conflictos, en vez de agravarlos. Que en vez de aumentar las víctimas, las minimicen. Que permitan a los pueblos de uno u otro país solucionar conflictos por vía negociada. Que amplíen la democracia y las libertades respetando las tradiciones de cada pueblo, indicó.
“La injerencia foránea no siempre lleva a zanjar conflictos. Miren lo que pasa en Irak. En ese país antes nunca existieron extremistas. Existió un régimen anómalo y hasta estúpido, pero no hubo extremistas, los que hoy día abundan en el país. ¿Mejoró con eso la situación? Claro que no”, añadió el primer ministro ruso.
“No intentamos encubrir a nadie. Estamos por elaborar unos instrumentos eficaces de solución de problemas. Y lo haremos en cooperación con nuestros socios franceses”, concluyó Putin.
Las protestas comenzaron en Siria a mediados de marzo pasado en la ciudad de Deraa, situada en la frontera con Jordania. Después las conmociones se extendieron a otras regiones del país, en particular, a las ciudades de Latakia, Baniyas, Homs, Hama y unos suburbios de Damasco.
Según datos de la oposición y de los defensores de derechos humanos, más de 1.200 personas perdieron la vida en los choques con las fuerzas de seguridad. Las autoridades oficiales sirias a su vez responsabilizan de los desórdenes a “los bandidos armados apoyados por unas fuerzas exteriores”.
El 8 de este mes de junio, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal elevaron al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto renovado de resolución para Siria.
El documento exhorta a cesar sin dilaciones los actos de violencia, condena la violación de los derechos humanos e insta a Damasco a garantizar inmediatamente el acceso de los observadores internacionales al país.
Rusia se pronuncia en contra de emitir el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier resolución sobre Siria y exhorta a las autoridades sirias y a la oposición del país a entablar un diálogo.