Uno de cada cinco rusos – el 21% frente al 5% hace dos décadas - quisiera emigrar, según una encuesta que el Centro nacional de estudios de la opinión pública (VTsIOM) realizó a principios de este junio en 46 regiones del país.
La disposición de emigrar sube al 39% entre los jóvenes de 18-24 años de edad. El director de VTsIOM Valeri Fiódorov, citado hoy por el diario Vedomosti, atribuye los resultados del sondeo a “los ánimos de poscrisis cuando, a pesar de cierta normalización, los deseos no coinciden con las posibilidades”.
Valentina Vedenéyeva, colaboradora del Instituto de economía mundial y relaciones internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, señaló que más 1,2 millones de rusos abandonaron el país en los últimos tres años. Un 40% de ellos tienen formación universitaria.
El politólogo Mark Urnov, de la Escuela Superior de Economía, considera que la fuga de cerebros y la fuga de capital obedecen a una misma causa: “pésimo clima inversionista, constante acoso, extorsión semi oficial y depredación de empresas exitosas”. “La gente no quiere vivir ni trabajar así”, dijo.
Según el organismo nacional de estadística, Rosstat, la emigración se redujo de 146.000 personas en 2000 a 32.458 en 2009 pero aumentó a 33.578 personas el pasado año.