El Patriarca Kiril, jerarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, ofició esta madrugada en Kíev una misa de réquiem por las víctimas de Chernóbil, la mayor catástrofe en la historia de las centrales nucleares ocurrida hace 25 años.
“El hecho de que estamos reunidos hoy aquí demuestra lo cerca que sentimos a las personas que sacrificaron su vida en Chernóbil”, declaró Kiril frente al monumento a los llamados ‘liquidadores’: bomberos, militares y técnicos que tuvieron que neutralizar las primeras consecuencias del accidente.
Todos ellos, igual que millones de personas afectadas por la terrible explosión de Chernóbil, “han dejado una impronta en nuestras almas y a costa del sacrificio propio nos han dado la oportunidad de sobrevivir”, señaló el Patriarca.
A las 1.23 a.m. hora Kíev, sonaron 25 campanadas del complejo conmemorativo indicando cuántos años transcurrieron desde la explosión del cuarto reactor de Chernóbil. Aquel accidente provocó la contaminación radiactiva en un perímetro de 30 Km en torno a la planta, además de afectar vastos territorios de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
A la ceremonia conmemorativa asistieron unas 700 personas, entre ellas, casi un centenar de liquidadores sobrevivientes, uno de los cuales se encargó de tocar las campanas del complejo. También participaron en la ceremonia el primer ministro de Ucrania Mykola Azarov y el Metropolitano de Kiev Vladímir.