Hace exactamente medio siglo, el 12 de abril de 1961, empezó la era cósmica.
En la nave espacial soviética “Vostok” el primer hombre de la Tierra, Yuri Gagarin, salió a la órbita escribiendo de esta manera una página gloriosa en la historia de la exploración del Universo.
El lanzamiento histórico fue efectuado desde la primera pista de despegue, que lleva hoy el nombre de Gagarin, del Polígono de Pruebas Tecnológicas Espaciales, Baikonur, convertido luego en el cosmódromo. La lanzadera espacial “Vostok 8K72K” sacó sin complicaciones a la órbita terrestre la nave “Vostok”.
El vuelo del primer cosmonauta duró 108 minutos. Tras dar una vuelta completa alrededor de la Tierra la cápsula espacial atravesó sin problemas las capas densas de la atmósfera y aterrizó cerca de la ciudad rusa de Sarátov (858 km al sureste de Moscú, a orillas del río Volga).
Gagarin no estaba dentro de la cápsula en este momento: entonces todavía no existía el sistema de aterrizaje suave y por lo tanto el cosmonauta salió catapultado a la altura de unos kilómetros para descender con paracaídas.
La primera “estrella” soviética
El vuelo de Yuri Gagarin provocó una explosión de regocijo y orgullo nacional en la URSS. Hasta hoy día la fecha del 12 de abril significa para los rusos casi tanto como el 9 de mayo, el día de la victoria en la Gran Guerra Patria (1941-1945).
El día que voló Gagarin la gente organizó manifestaciones espontáneas y fiestas populares. Al escuchar por la radio la noticia sobre el primer hombre en el espacio la gente salió a la calle, se abrazaron, gritaron “hurra”. “En la calle sólo se habló de eso. Los colegios cancelaron todas las clases, en su lugar celebraron mítines. Para el día siguiente, según la práctica habitual de entonces, había que confeccionar unos periódicos murales relacionados con el tema.
Sin embargo, nadie sabía cómo eran las naves espaciales. Se solía dibujar un palo con una campana de cristal de la que se asomaba Gagarin”, - recuerda el oficial del Ejército Soviético, teniente coronel Alexandr Morgunov.
Luego Yuri Gagarin realizó otra vuelta al mundo pero esta vez por tierra y en todas partes le recibían con sincera admiración y entusiasmo. Visitó Bulgaria, Checoslovaquia, Gran Bretaña, Italia, Alemania, Canadá, Brasil, Hungría, Francia, Islandia y Finlandia. Más trade, en noviembre de 1961, estuvo en la India y Afganistán, en febrero de 1962 visitó algunos países de África.
El triunfo que pudo haber terminado en tragedia
Aquel legendario lanzamiento pudo haber terminado con una tragedia en vez del triunfo mundial: durante el vuelo de Yuri Gagarin se registraron más de diez situaciones imprevistas. Esto, lo reveló 50 años después el “patriarca” de la cosmonáutica nacional, uno de los diseñadores del programa espacial soviético, académico Borís Chertok. Según él, durante el vuelo tuvieron lugar 11 situaciones extraordinarias de diferente grado de complejidad.
Por ejemplo, un día antes de posicionar la lanzadera en la plataforma de despegue, al pesar a Gagarin con el traje espacial y en la butaca del piloto, se registraron 14 kilogramos de sobrepeso. Entonces durante una noche se propusieron y se aplicaron soluciones para aligerar la nave lo que supuso, entre otro, el acortamiento de cables. Fue esto lo que originó varias complicaciones durante el vuelo ya que entre los cables sobrantes fueron cortados algunos sensores importantes de presión y temperatura.
Otro defecto se detectó una hora antes del lanzamiento de la nave “Vostok”: en el momento de cerrar la puerta del aterrizaje de la cápsula espacial los sistemas telemétricos comunicaron que por un contacto defectuoso la puerta no se cerraba herméticamente. Por orden del jefe del programa de lanzamiento Serguei Koroliov, la puerta se volvió a abrir, el contacto fue arreglado y Gagarin despegó a la hora prevista.
Sin embargo, los problemas continuaron durante el vuelo: la nave “Vostok” se desvió de la órbita calculada cuya altitud máxima tenía que ser de 230 kilómetros y mínima, de 180 kilómetros. Sus parámetros reales fueron 327 kilómetros de apogeo (el punto de la órbita terrestre más lejano al centro de la Tierra) y 181 kilómetro de perigeo (el punto opuesto).
El primer cosmonauta del planeta tampoco llegó a aterrizar en el punto calculado, lo sobrevoló unos 600 kilómetros. Gagarin no se aterrizó con un paracaídas, como era previsto, sino con dos: el de reserva cayó espontáneamente del contenedor y se abrió durante el descenso. Por cierto, el cosmonauta pudo haber aterrizado en el río Volga si no hubiese lanzado la “reserva intangible” de 30 kilogramos de peso logrando de esa manera una trayectoria de descenso necesaria.
La muerte del héroe
Gagarin falleció siete años después de su vuelo heroico. Hasta la actualidad hay muchos rumores alrededor de su muerte. Según una de las versiones, el cosmonauta sigue vivo y recluido en un manicomio.
En realidad Yuri Gagarin falleció el 27 de marzo de 1968, cuando el avión de caza MiG-15 que pilotaba junto con Vladímir Serioguin durante un vuelo rutinario se estrelló a unos 100 kilómetros de Moscú. De acuerdo con los documentos del archivo secreto del presidente de Rusia, la causa más probable del accidente fue una brusca maniobra a fin de esquivar un globo meteorológico.
“Del análisis del accidente de avión y los materiales del expediente de investigación se deduce que la causa más probable del mismo fue una brusca maniobra a fin de esquivar un globo meteorológico o, lo cual es menos probable, para evitar el descenso al borde superior de la nubosidad. La arriesgada maniobra desestabilizó el avión lo que llevó a su posterior caída” – comunicó a los periodistas el director del archivo presidencial Alexandr Stepánov.
Arranca la carrera
El vuelo de Gagarin representó no sólo un logro científico y tecnológico sino también un elocuente símbolo de la supremacía del sistema soviético y un reto para el rival principal de la URSS, Estados Unidos.
Ya en mayo de 1961 el presidente John Kennedy hizo públicos los planes de enviar, durante próximos 10 años, al hombre a la Luna, dando comienzo a una nueva carrera – la carrera hacia la Luna. En el proyecto se invirtieron miles de millones de dólares y los avances tecnológicos conseguidos cambiaron notablemente el mundo.
“Si queremos salir ganando en esta lucha entre los dos sistemas que afecta a todo el mundo, la lucha por conquistar las mentes humanas, es el progreso de las exploraciones espaciales el que tiene por todas partes la influencia decisiva a la hora de elegir el camino a seguir... Confío en que el pueblo estadounidense esté de acuerdo con que es absolutamente necesario enviar al hombre a la Luna y garantizar su regreso a la Tierra antes de que termine este decenio”, - dijo Kennedy en su discurso ante el Congreso el 25 de mayo de 1961.
El programa “Apolo”, cuyo objetivo fue el alunizaje del hombre, costó a EEUU 25 mil millones de dólares, diez veces más que la creación de la bomba atómica.
La participación de la URSS en la carrera fracasó en parte debido a los lanzamientos fallidos del cohete de transporte lunar tripulado N-1, en parte por las discrepancias entre los dirigentes del sector espacial y en parte debido a que el Kremlin perdió el interés al proyecto cuando se hizo evidente que los Estados Unidos estaban adelantando.
No obstante, la nave diseñada para los vuelos a la Luna, el famoso “Soyuz” se convirtió en un “burro de carga” del espacio haciendo posibles expediciones duraderas a la órbita.
Las máquinas en lugar de los hombres
Ahora, medio siglo después del vuelo de Gagarin, está claro que los pronósticos entusiastas acerca de la conquista del espacio no llegaron a ser realidad. Pasaron muchos decenios pero estamos igual de lejos de la realización de las expediciones interplanetarias que en los años 1960-1970 y las perspectivas de los vuelos tripulados al Marte se siguen aplazando.
Es más, Estados Unidos están reduciendo su programa de vuelos espaciales tripulados abandonando las posiciones conquistadas a favor de su muy desfallecido rival, Rusia, que continuará siendo la única “empresa de carga” espacial.
Muchos científicos ponen en duda la necesidad de los vuelos tripulados considerando que en el espacio tienen que trabajar sólo las máquinas.
“Los ciudadanos de la mayoría de los países desarrollados ya no se entusiasman tanto con la cosmonáutica tripulada como en los años 1960-1970 (quizás, excepto China).
Hoy en día la profesión de cosmonauta se considera tan peligrosa como la de un militar, piloto-probador o alpinista... La evolución general de estas profesiones en el mundo consiste en la reducción de la presencia del hombre en la zona del peligro. Robots de aguas profundas, aviones, tanques y vehículos de combate a control remoto son más seguros y más baratos que los tripulados”, - cree el experto del Centro de Investigaciones Astronómicas de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú Vladímir Surdin.
Según Surdin, el hombre no puede competir con las máquinas en el espacio. El vehículo de exploración “Opportunity” lleva más de seis años trabajando en el Marte, la sonda espacial “Mars Odyssey” casi diez años y las sondas interplanetarias “Voyager” – más de 30 años.
“El lo que se refiere a la relación “calidad/precio” su eficacia supera cientos de veces la de la cosmonáutica tripulada”, - explica el científico.
Los actos conmemorativos en Rusia
Según informa la página web de la Agencia Espacial rusa Roscosmos, para conmemorar el 50 aniversario del vuelo de Yuri Gagarin se celebraron varios actos oficiales: el presidente de Rusia recibió en el Kremlin a los altos cargos de nivel federal y regional, jefes de las empresas del sector espacial, científicos, cosmonautas y oficiales del ejército y se dio un concierto de gala en el Palacio del Kremlin.
El día de la Cosmonáutica, 12 de abril, tuvo lugar una serie de eventos tanto en Moscú como en la ciudad natal del primer cosmonauta, hoy llamada Gagarin, en la provincia de Smolensk (unos 180 km al oeste de Moscú).
Entre ellos, la inauguración de la exposición documental “El camino de Yuri Gagarin”, lanzamiento de un portal de Internet dedicado al primer vuelo al espacio, creación del museo virtual de la cosmonáutica, el festival musical “Al encuentro de la estrellas” y otros. 50 salvas de fuegos artificiales concluyeron las celebraciones en la capital rusa.
El festival en las Islas Canarias
El vuelo de Gagarin será conmemorado a escala internacional durante el primer festival astronómico y musical “Starmus” que se celebrará entre el 20 y el 25 de junio en Tenerife. Saldrán a su escenario, entre otros, el legendario guitarrista y fundador de la banda británica “Queens”, que a la vez es astrofísico y rector honorífico de la Universidad John Moores en Liverpool, Brian May, y el grupo Tangerine Dream que fue el primero en el mundo en experimentar con la música electrónica “espacial”, el “space rock”. Se espera que Brien May con Tangerine Dream grabarán dos
Según se espera, May y Tangerine Dream grabarán dos composiciones conjuntas, una dedicada a Gagarin y la otra, a Alexei Leónov, el primer cosmonauta en realizar una caminata espacial. Próximamente a este brillante dúo podrán unirse otros célebres músicos.
Además del mismo Leónov, en Starmus participará la primera mujer cosmonauta, la rusa Valentina Tereshkova, los astronautas de la NASA, incluido Buzz Aldrin que fue el primer hombre en pisar la Luna, el presidente de la Unión Astronómica Internacional Robert Williams, los cosmonautas rusos Víktor Gorbatko, Serguei Krikaliov y Gennadi Padalka. El festival contará con la presencia del fundador de Virgin Group y partidario de vuelos espaciales suborbitales Richard Branson, uno de los fundadores de Google, estadounidense de origen ruso, Serguei Bri y artistas destacados en el desarrollo de la música “espacial” como Jean-Michel Jarre, Peter Gabriel y Brian Eno.
El festival fue concebido por el sobresaliente astrofísico del Instituto de Astrofísica de Canarias, Garik Israelian.
En marco del festival, el 21 de junio se celebrará una mesa redonda en la cúpula del observatorio Roque de los Muchachos que durará 108 minutos, como el vuelo de Gagarin.
Los eminentes astrónomos tratarán las cuestiones fundamentales, como por qué la humanidad sigue aspirando a conquistar el espacio, las ventajas y desventajas de vuelos tripulados y no tripulados, la existencia de formas de vida extraterrestre y varias otras.
En la mesa redonda, presidida por la redactora de la revista Nature, Leslie Sage, participarán los ganadores del Premio Nobel Jack Szostak y George Smoot, los científicos Richard Dawkins, Brian May, Kip Thorne y Jill Tarter así como los cosmonautas Buzz Aldrin y Alexei Leónov.
El festival es patrocinado por UNESCO, el Instituto de Astrofísica de Canarias, la Unión Astronómica Internacional y la revista Nature.
Además, según el ministro de enseñanza y ciencia de Gran Bretaña, David Willets, en julio de 2011, en marco del Año ruso-británico del Espacio, una estatua de Gagarin será erigida en el centro de Londres, frente a la del navegador británico James Cook. “La estatua de Yuri Gagarin se colocará justo enfrente de James Cook, el descubridor de Australia, que sería, por cierto, un lugar perfecto para los lanzamientos espaciales”, - dijo Willets.