Los recientes acontecimientos en el Oriente Próximo centraron la atención de la comunidad internacional al momento de analizar las perspectivas del mercado energético.
Hoy en día, en el mercado mundial no hay escasez de crudo ya que Arabia Saudí compensa con creces los cortes en el suministro de petróleo de Libia.
El problema principal consiste en que hoy en día nadie puede predecir cómo se desarrollarán los acontecimientos. ¿Será Libia el último país en el que estallaron las olas de protestas revolucionarias, o las manifestaciones antigubernamentales se propagarán por la Península Arábiga?
En este caso, todo el mundo sí que afrontará problemas reales.
¿Sería justo acusar a la oposición árabe de la subida de los precios de petróleo? La tendencia al aumento de los precios de crudo fue registrada ya en el otoño del año pasado.
Efecto dominó en el Oriente Próximo
Al parecer, tan sólo los especuladores en los mercados bursátiles pueden beneficiarse de las oscilaciones de los precios de los hidrocarburos. Según Leonid Grigóriev, profesor de la Escuela Superior de Economía de Rusia, “Un rango de precios entre 70 y 90 dólares por barril que se mantenía durante los últimos dos años fue cómodo tanto para los consumidores como para los productores".
Una drástica subida de los precios del crudo puede afectar incluso a Rusia, cuyo presupuesto depende de las cotizaciones de hidrocarburos. La inyección masiva de petrodólares aumenta la tasa de inflación y amenaza con recalentar el mercado de consumo. Pero las crisis en el sector de consumo tienen efectos negativos en la sociedad.
Por otro lado, los disturbios que azotan a países árabes pueden beneficiar a Rusia a corto plazo. La Unión Europea se verá obligada a revisar próximamente su política energética que preveía diversificar las rutas y las fuentes del suministro del gas. Además, tendrá que dejar de considerar a Rusia como un “socio poco fiable”. Rusia adquirió esta imagen debido a las llamadas “guerras de gas” ruso-ucranianas de 2007 y 2008.
Egipto, Irán, Turkmenistán se consideraron como posibles proveedores alternativos. Pero a medida que el Oriente Próximo se convierte de nuevo en un foco de inestabilidad, la UE debería darse cuenta de que la situación puede ser mucho menos segura que en el caso de las disputas acerca del tránsito de gas.
Además, el “efecto dominó” en el Oriente Próximo es muy probable. Según el director de la Fundación de Seguridad Energética Nacional, Konstantín Símonov, “Los conflictos étnicos, religiosos, políticos surgen con frecuencia en el mundo árabe y es difícil pronosticar con certeza por cuántos países puede propagarse la ola de protestas”.
Flujo del capital especulativo causa el alza de los precios del crudo
La causa principal de la subida de precios del crudo no es tan evidente como parece. El director del Instituto de Estrategia Energética, Vitali Bushúiev, presta atención al hecho que un aumento notable de los precios de crudo comenzó ya en noviembre de 2010, es decir antes de los disturbios en el Oriente Próximo.
Se debe buscar las causas de esta subida en otro rincón del mundo, por ejemplo en EEUU, o más bien en el flujo de capital especulativo de EEUU a Europa.
EEUU casi no depende del petróleo proveniente del Oriente Próximo. De los 16 millones de barriles que se consumen en EEUU tan sólo unos 3 millones se suministran por los países árabes.
Tras la la invasión iraquí a Kuwait en 1990, Washington se planteó el objetivo de conseguir la independencia energética y hoy por hoy, la cuota del crudo importado no supera el 30% en EEUU.
Según Vitali Bushúiev, “el mercado estadounidense otorga más importancia a las reservas del crudo en los depósitos de Oklahoma. En cuanto los depósitos se rellenan, los precios bajan”.
Esta fórmula predecible no les gustan a los especuladores que prestaron la atención a Europa donde las oscilaciones de los precios de hidrocarburos son mucho más notables. Por eso, en contra de todas las reglas, los precios del petróleo europeo Brent subieron más rápido que los precios del petróleo estadounidense WTI.
Si la causa del alza de los precios el crudo no está vinculada con los acontecimientos en el Oriente Próximo, entonces, la tendencia al aumento continuará cuando el mundo árabe vuelva a la normalidad tras los disturbios políticos.
Según Bushúiev, la economía del Viejo Mundo bien puede soportar los precios del crudo hasta US$127 por barril mientras para EEUU el umbral es de US$150 por barril. Cuando el precio del “oro negro” se aproxime a las cifras críticas, los gobiernos de EEUU y de la UE tendrán que aplicar medidas de protección contra los especuladores.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI