Cadena oficial de Libia informa que en el país se entablará diálogo nacional

Representantes de la opinión pública de todas las provincias de Libia aprobaron la iniciativa de lanzar un diálogo nacional, comunicó hoy la cadena satelital Al Jamahiriya controlada  por el líder libio Muamar Gadafi.

Según los autores de esa idea, “el diálogo está dirigido a recuperar la tranquilidad y la seguridad en las ciudades libias, volver a una vida normal y prevenir la injerencia foránea en los asuntos internos de Libia”.

La cadena Al Jamahiriya informó al mismo tiempo que Gadafi designó al jefe de la Inteligencia exterior, Buzid Durd, para “dialogar con los líderes de las regiones orientales del país”.  

Desde mediados de febrero en las provincias de Libia se desarrollan manifestaciones, cuyos participantes exigen la retirada de Muamar Gadafi, que gobierna el país durante 41 años. Según organizaciones internacionales, las autoridades libias reprimen con crueldad las acciones de protesta. Hasta dos mil personas perecieron  y unas cuatro mil recibieron heridas en choques con las fuerzas de seguridad y los mercenarios extranjeros.

El 21 de febrero, cadenas de televisión árabes y agencias noticiosas occidentales informaron sobre los bombardeos a los barrios residenciales de Trípoli y otras ciudades libias en que se desarrollan protestas populares. Pero más tarde el hijo de Gadafi, Saíf al Islam, refutó esa información al comparecer en la televisión.

Gadafi de hecho perdió el control sobre la parte este del país, donde los rebeldes formaron un Gobierno de transición y un Consejo Nacional, órgano del poder revolucionario llamado a normalizar la vida de la población en esa parte de Libia.

Los adeptos de Gadafi  (mercenarios y unidades militares leales al líder libio) logran controlar parcialmente el oeste de Libia, incluidas la capital, Trípoli, y la ciudad de Sirte, importante centro petrolero ubicado en la costa del Mediterráneo.

Según unas fuentes, las fuerzas de la oposición tomaron bajo su control las ciudades de Misurata, ubicada al este de Trípoli, y también Al Zawiyah, a 30 kilómetros al oeste de la capital, y planean lanzar desde allí una ofensiva contra la capital.

Mientras tanto, los Estados extranjeros siguen evacuando a sus ciudadanos de Libia sumida en disturbios. La comunidad mundial impuso sanciones contra Gadafi y amenaza con exigirle responsabilidad por presuntos crímenes de lesa humanidad.