Bengasi convertida en bastión de la oposición en Libia

Los opositores al régimen de Muamar Gadafi, que se hicieron con el control de muchas ciudades en el oeste de Libia, se preparan para tomar el control de Trípoli. El pasado 27 de febrero, en Bengasi fue formado el Consejo Nacional libio, una autoridad revolucionaria que reconocieron las ciudades controladas por la oposición.

Hasta hace poco, Bengasi albergaba una base militar que quedó destruida en un ataque de artillería.

Residentes locales remueven los escombros del arsenal de la base en busca de restos de municiones.

Los cañones que abandonó el Ejército libio pasaron a la propiedad de los manifestantes.

Vehículos militares abandonados por los soldados en mitad de las calles de Bengasi son retirados por la población local.

Los retratos de Muamar Gadafi se convierten en caricaturas.

Este maniquí representa a la hija de Muamar Gadafi, Aisha.

Los manifestantes no tienen miedo a las cámaras. En su opinión, el régimen de Gadafi está acabado. “Es nuestra revolución”, se oyen gritos en las calles de Bengasi.

En los hospitales de Libia, envuelta desde hace casi dos semanas en una rebelión popular, hay una preocupante falta de fármacos y médicos capaces de operar a heridos. Según los datos actualizados de distintas ONGs, sólo en Bengasi los muertos ascienden a 256, y otros dos millares de personas están ingresadas con heridas de diversa consideración en unos hospitales en los que apenas quedan medicamentos más básicos y material de vendaje.

En la zona de Marsa el Brega los militares que se pasaron a las filas opositoras ayudan a los manifestantes a proteger los terminales de petróleo. Mientras tanto, la producción de crudo y los terminales funcionan al 25% de su capacidad.