El 23 de febrero se celebra en Rusia como el Día del Defensor de la Patria. Muchos lo perciben como una fiesta “masculina”. Pero en diversas estructuras del Ministerio de Defensa del país sirven unas cuarenta mil representantes del llamado “sexo débil”.

El 23 de febrero se celebra en Rusia como el Día del Defensor de la Patria. Muchos lo perciben como una fiesta “masculina”. Pero en diversas estructuras del Ministerio de Defensa del país sirven unas cuarenta mil representantes del llamado “sexo débil”.

Pero las mujeres no son tan débiles. El fusil automático Kaláshnikov pesa, por ejemplo, unos 6 kilos. No es tarea fácil realizar una marcha llevando tal carga.

Las uñas largas no impiden a las muchachas manejar bien el fusil.

Sociólogos y psicólogos afirman que la orientación de mujeres de diferentes países, incluida Rusia, a prestar servicio militar tiene su explicación. Hace poco, por ejemplo, muchos oficiales abandonaron las Fuerzas Armadas de Rusia por estar insatisfechos con la situación material que les garantizaba el servicio militar. Pero las mujeres aceptaron ocupar sus vacantes. Como consecuencia, la Escuela Naval del Báltico matriculó en 2008 a muchachas por primera vez en 60 años.

Dentro de dos años, tras cinco años de estudios, estas muchachas serán oficiales de comunicaciones.

Estas chicas, que ingresaron en la Escuela de Oficiales de Tropas Aerotransportadas en 2008, tendrán bajo su mando pelotones de embaladores de paracaídas en 2013.

Por otra parte, los psicólogos afirman que la llegada de las muchachas al Ejército se debe también al creciente protagonismo de la mujer en la sociedad.

En el Ejército a veces se puede usar tacones, por muy raro que eso pueda parecer. Las alumnas del primer año de estudios de la Escuela Naval del Pacífico “Makárov” prestan el juramento calzando zapatos de tacones.

Entre oficiales del sexo femenino predominan especialidades médicas (72%), de comunicaciones (8%) y financieras (4%). Pero la mujer militar debe aprender a lanzar granadas desde un refugio no peor que un hombre.

Está probado que las mujeres que prestan el servicio militar tienen mejores disciplina y escrupulosidad que los hombres.

Las mujeres en nada ceden a los hombres en la capacidad de dar en el blanco

Una muchacha así puede servir de adorno para cualquier desfile.

La militar, como toda mujer, choca con el problema de exceso de peso. Cuanto menos pesa la pareja de una, tanto más fácil es superar un obstáculo.

La mujer sigue siendo mujer hasta en las Fuerzas Armadas. Nunca pasará delante de un espejo sin detenerse para ver cómo luce.
