Tokio expresa su más enérgica protesta porque el presidente ruso realice nuevas visitas a las islas Kuriles del Sur, declaró hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, Satoru Sato.
"Expresamos nuestra más enérgica protesta porque se realicen tales visitas puesto que son una ofensa para Japón y contradicen las normas legales y el sentimiento nacional", apuntó el diplomático.
En noviembre pasado, el presidente ruso Dmitri Medvédev visitó una de las islas Kuriles siendo el primer jefe del Estado ruso que plantó pie en esos territorios. El primer ministro de Japón, Naoto Kan, calificó esta visita de "ofensa inadmisible" y recordó que las islas, según la convicción de Tokio, eran parte del territorio japonés.
Japón reclama cuatro islas Kuriles del Sur –Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai– alegando un tratado bilateral de 1855. Terminada la II Guerra Mundial, las islas fueron traspasadas a la Unión Soviética en virtud de los acuerdos internacionales y Rusia, como heredera legal de la URSS, asumió la soberanía de estos territorios.