La decisión del presidente ruso Dmitri Medvédev de desplegar armamento en las islas Kuriles reviste carácter político y confirma que Rusia no permitirá revisar los resultados de la II Guerra Mundial según los cuales las islas fueron traspasadas a la Unión Soviética, declaró hoy Ígor Bárinov, vicepresidente del comité de Defensa de la Duma (cámara baja del Parlamento).
"Es ante todo una decisión de carácter político con la que se da a entender a Japón que no se revisarán los resultados de la II Guerra Mundial y que en Tokio ya deben calmarse las pasiones", dijo Bárinov a RIA Novosti.
Japón reclama cuatro islas Kuriles del Sur (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) alegando un tratado bilateral de 1855. Terminada la II Guerra Mundial, las islas fueron traspasadas a la Unión Soviética en virtud de los acuerdos internacionales y Rusia, como heredera legal de la URSS, asumió la soberanía de estos territorios.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró hoy que las islas Kuriles son parte inalienable del territorio ruso y que Rusia consolidará allí su presencia estratégica y desplegará moderno armamento para resguardar la seguridad del país.
El lunes pasado en Japón se celebró la "Jornada de los territorios del norte", actividad política con la denominación nipona respecto a las islas Kuriles reclamadas por Japón. Esta vez, unos militantes de ultraderecha profanaron la bandera de Rusia, mientras que el primer ministro, Naoto Kan, calificó como "descortesía improcedente" la visita que realizó el presidente ruso a las islas Kuriles en noviembre pasado.