La frontera de EEUU y México son 3.000 kilómetros de caos

En 2006, el Congreso de EEUU aprobó la construcción un doble muro de 1.100 kilómetros en la frontera con México que se extendería de San Diego al Condado de Yuma (en Arizona).

En la ciudad de San Diego, en California, se puede ver a muchos mexicanos en busca de trabajo. “Esperamos encontrar un empleo, sea cual sea. Podemos trabajar de obreros, jardineros”, dijo un inmigrante mexicano a RIA Novosti.

La situación que vive la comunidad mexicana en EEUU es comprensible, lo que sí es difícil de creer es que San Diego…

… y la ciudad mexicana Colonia Libertad están a una hora de viaje en coche.

Colonia Libertad tiene mala fama por numerosos casos de tráfico de drogas, alcoholismo, sida, que se han convertido en parte de la vida de los lugareños.

En ese lugar, la frontera entre EEUU y México apenas se nota. El nivel del agua en el río descendió tanto que ahora el sitio se ha convertido en un refugio para mexicanos marginados.

En Colonia Libertad se puede contactar con un guía que ayuda a inmigrantes ilegales a cruzar la frontera. El viaje suele costar unos 2.000 dólares. Engañar a guardias fronterizos para pasar desapercibido no es el único reto para los más atrevidos. Después les espera un desierto con espinos, serpientes y muchas piedras.

La organización benéfica Border Angels deja agua en el desierto, conociendo las dificultades que enfrentan los ilegales al cruzar la frontera. Cerca de los balones de agua, muchas veces se puede ver una cruz en memoria de los fallecidos en el periplo.

La parte marítima de la frontera es la que mejor se da a los inmigrantes nadadores.

Proteger la frontera común es todo un reto para los guardias que trabajan allí y sus fieles ayudantes, los perros. Ese monumento fue levantado en memoria de un perro que murió durante el servicio.

Hay un lugar espacial en la frontera común entre México y EEUU, es donde los fines de semana se reúnen los inmigrantes y sus parientes.