El efecto del calentamiento global persistirá durante el próximo milenio como mínimo y será especialmente desastroso en el hemisferio austral aunque en 2010 cese del todo la emisión del dióxido de carbono y demás gases de invernadero, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Nature Geoscience.
El principal autor de este material, Shawn Marshall, y sus colegas de la Universidad de Calgary, en Canadá, simularon en ordenador diversas variantes de evolución climática para averiguar cuándo sería posible revertir las tendencias actuales, y si hay algún riesgo de que vayan en aumento a pesar del cese de emisiones nocivas.
Su conclusión es que el hemisferio boreal empezará a recuperarse del calentamiento hacia finales de este milenio, mientras que las zonas australes tardarán más en reaccionar al recorte de la concentración del CO2 en la atmósfera.
El continuo incremento de temperaturas en el hemisferio sur provocará hacia el año 3000 la desertización de un 30% de las tierras fértiles en el norte del África y la desaparición de las placas de hielo en el oeste de Antártida, donde la temperatura de las aguas costeras subirá casi cinco grados Celsius. En las latitudes de Canadá, entretanto, el clima va a recuperar en gran medida sus características actuales.
Marshall explica esa diferencia por la inercia de corrientes bajas y medias que se mezclan con las aguas del Atlántico Sur. La temperatura del agua allí recién empieza a incrementar como resultado de las emisiones del CO2 que tuvieron lugar en el siglo pasado, dijo.