El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, descartó hoy la restauración de un departamento federal para asuntos étnicos.
“Siempre que surgen ciertos problemas hay propuestas de crear una nueva estructura, un departamento extra”, declaró Medvédev al intervenir este lunes en una reunión del Consejo de Estado en Moscú.
El presidente recordó que esos organismos, entre ellos, el suprimido Ministerio para Asuntos Étnicos, “nunca descollaron en el pasado” y que “su labor jamás fue muy eficiente”.
“No multipliquemos a los burócratas”, agregó.
Las propuestas de crear un departamento especial para cuestiones interétnicas se reanimaron después del pasado 11 de diciembre, fecha en que unos 5.000 jóvenes - hinchas de fútbol y militantes de grupos nacionalistas - se congregaron en el centro de Moscú para una manifestación no autorizada que derivó en disturbios, choques con los agentes del orden y ataques xenófobos. El propio Medvédev insistió el pasado viernes en que la respuesta a tales desórdenes callejeros “no puede ser únicamente policial y ha de ser sistémica”.
Hoy recomendó a los cuerpos de seguridad frenar sin ambages ni dilaciones cualquier intento de instigar desórdenes y discordia interétnica, y al Gobierno, crear una estructura moderna que se encargue de organizar el ocio de jóvenes y adolescentes, en particular, los que provienen de las llamadas familias con problemas.
Al mismo tiempo, previno contra flirteos con elementos hostiles que rechazan el diálogo. “No podemos permitir que mentecatos de toda laya destruyan nuestra casa común (…) Ninguna idiosincrasia o problemas sociales pueden justificar la grosería, el vandalismo, la violencia y los pogromos”, subrayó.