La salida de la crisis, la firma y ratificación del Tratado START y los recientes disturbios de Moscú, entre otros temas de la actualidad rusa e internacional, centraron el balance de 2010 que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, presentó hoy en directo por televisión.
Como uno de los resultados más importantes del año saliente para Rusia, el líder ruso destacó la salida de la crisis económica.
“Es un acontecimiento duradero, pero muy importante para nosotros, la salida de la crisis económica”, declaró.
Entre otros acontecimientos de mayor relevancia para la política nacional, Medvédev señaló la puesta en marcha de una estrategia demográfica de contenido social y las consecuencias de la grave sequía que azotó al país el pasado verano.
En el capítulo de la política exterior, destacó la firma y ratificación del Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START), que, según el presidente, supone uno de los avances más importantes de 2010 que “determinará la seguridad en el mundo en los próximos diez años”.
En este sentido, Medvédev tuvo palabras para su homólogo estadounidense, Barack Obama, a quien atribuyó el “rotundo éxito” de la firma del START y su ratificación por el Senado de EEUU.
“Trabajar con él (Obama) es muy fácil porque es un político que cumple lo que promete”, afirmó el mandatario ruso.
El jefe de Estado ruso también se refirió a los retos que planteó ante el país el año que se va. Uno de estos retos es dar una respuesta sistémica a los desórdenes callejeros registrados este diciembre en Moscú y otras ciudades rusas, la mayoría de las veces, bajo consignas xenófobas.
“Es obvio que la respuesta no puede ser únicamente policial. Ha de ser sistémica”, insistió Medvédev.
Otro de los retos consiste en llevar a cabo una “limpieza” de las autoridades regionales y locales para eliminar la influencia del crimen organizado.
“A nivel regional y municipal aún queda un gran número de personas con una ética muy diferente, por lo que allí hace falta realizar una limpieza”, manifestó el presidente.
Asimismo, el líder ruso instó a los funcionarios a que aprendan a llegar a acuerdos y tomar en consideración la opinión pública y tendencias sociales. Asimismo, pidió al partido oficialista Rusia Unida “actuar con inteligencia y discreción” en vez de “reinar simplemente”.
Por otro lado, rehusó comentar el caso de Mijaíl Jodorkovski, ex jefe de la petrolera Yukos condenado a ocho años de cárcel por fraude y evasión fiscal en 2005 y procesado actualmente por presuntos delitos de robo de crudo y blanqueo de dinero.
