Rusia realizará paralelamente el proyecto de construcción de su propio caza de quinta generación y el de un aparato similar en cooperación con la India, informó este jueves a la prensa el viceprimer ministro ruso Serguei Ivanov.
“No pensamos abandonar nuestro proyecto. Realizaremos ambos paralelamente”, dijo.
Las empresas rusas Rosoboronexport y Sukhoi planean firmar en diciembre próximo el respectivo contrato con el Gobierno de la India.
Rusia ya sigue probando un caza, que hasta comienzos de este mes de noviembre ya realizó felizmente 36 vuelos.
Según Ivanov, hasta finales del año en curso emprenderá vuelo el segundo ejemplar del caza ruso de quinta generación.
En el marco de la cooperación entre Rusia y la India, un aparato similar realizó el primer vuelo en enero de 2010.
Se prevé crear dos versiones de ese avión de combate: monoplaza y biplaza hacia los años 2015-2016.
La Fuerza Aérea de Rusia empezará a recibir el nuevo caza (monoplaza) a partir de 2015, y la Fuerza Aérea de la India, hacia 2020.
El caza ruso de quinta generación T-50 de clase pesada tiene el peso de despegue de más de 30 toneladas. Es invisible al radar (tecnología stealth).
Posee “piloto electrónico”, que alivia mucho el trabajo del piloto y le permite reconcentrase en el cumplimiento de misiones tácticas.
El T-50 puede despegar y tomar tierra en pistas de 300 a 400 metros de largo. Desarrolla la velocidad de hasta 2.100 kilómetros/hora y tiene la autonomía de vuelo de hasta 5.500 kilómetros. Puede reabastecerse de combustible en vuelo.
Tiene un espacioso compartimiento de armas, en que pueden caber hasta ocho cohetes tipo R-77 o dos bombas de aviación de 1.500 kilogramos cada una. Puede portar como carga exterior dos cohetes de alcance superlargo desarrollados en la oficina Novátor, capaces de destruir aviones tipo AWACS desde distancia de hasta 400 kilómetros.