Viaje gráfico con RIA “Novosti”: los castillos de Sintra

A unos 40 kilómetros al noroeste de Lisboa está situada la pequeña ciudad de Sintra, considerada una joya de la Riviera Portuguesa. Rodeada por montes y unos bosques seculares, esta ciudad recibe a sus visitantes con un microclima sorprendentemente suave y un impresionante número de monumentos históricos. En 1995, Sintra fue proclamada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. En la foto: la Alcaldía de Sintra, construida en 1906.

La ciudad fue fundada por los árabes que conquistaron la Península Ibérica. Encima de la ciudad está situado el Castillo de los Moros, construido supuestamente en el siglo IX.

La fortaleza está situada en una roca, por lo que gozaba de una importancia estratégica para la defensa de Lisboa y de las zonas costeras. Desde aquí las afueras se ven como si estuvieran en la palma de la mano y se abre una preciosa vista al océano.

En 1147 el Rey de Portugal Alfonso I Enríquez reconquistó la ciudad y sus afueras a los árabes.

Hasta mediados del siglo XV la fortaleza se usaba como tal y posteriormente poco a poco quedó en abandono.

Posteriormente Sintra se convirtió en la residencia veraniega de la Familia Real portuguesa sitio de veraneo preferido por la aristocracia del país.

En la ciudad se encuentra el Palacio Real, construido en el siglo XVI, con dos chimeneas en forma de cono.

A mediados del siglo XVIII, después de un fuerte terremoto que afectó a la ciudad y a las afueras, el Palacio quedó muy deteriorado, tras lo cual fue reconstruido y ampliado.

Se consiguió preservar varias salas únicas, tales como la Sala de los Cisnes, la sala de las Hurracas y la Sala Árabe. En la foto: el techo de la Sala de los Cisnes.

En una roca, enfrente del Castillo de los Moros, se alza otra residencia veraniega de los Reyes de Portugal, el Palacio da Pena. Fue construido a mediados del siglo XIX en el estilo pseudo-medieval en las ruinas del monasterio de los Jerónimos del siglo XVI.

El Palacio y el parque adyacente ocupan el territorio de 270 hectáreas y son un brillante ejemplo del paisaje románico.

El Palacio siguió siendo residencia veraniega de los Reyes de Portugal hasta principios del siglo XX y es considerado uno de las siete maravillas del país.

Asegura un antiguo refrán español que “Salir a ver el mundo y no pasar por Sintra, es ir ciego”.