El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, manifestó su seguridad de que tras la cumbre Rusia-OTAN en Lisboa el 20 de noviembre, Moscú y la Alianza seguirán profundizando el diálogo.
En una entrevista exclusiva a RIA Novosti el secretario general de la OTAN declaró que las partes “deben seguir profundizando el diálogo político y realizando proyectos de cooperación” que serán acordados en la capital portuguesa “en el marco del examen conjunto de amenazas a la seguridad”.
Rasmussen señaló que aspira a “una cooperación práctica más amplia, en particular para los problemas de Afganistán, lucha antiterrorista, narcotráfico y la piratería”. Asimismo calificó de “cordiales” y “productivas” sus relaciones personales con Moscú.
Asimismo, la OTAN está interesada en llegar a un compromiso sobre el FACE (Tratado de las Fuerzas Armas Convencionales en Europa), “fundamento de seguridad europea”, según Rasmussen.
El FACE prevé límites en cinco categorías de equipamiento militar, tanques, vehículos de combate blindados, piezas de artillería con calibre superior a 100 milímetros, unidades de aviación de combate y helicópteros de ataque.
En diciembre de 2007 Rusia introdujo la moratoria unilateral sobre el cumplimiento del FACE debido a que otros participantes del tratado no cumplieron las obligaciones asumidas.
En 2009 el presidente ruso, Dmitri Medvédev, presentó la iniciativa de elaborar un nuevo FACE jurídicamente vinculante a todos sus participantes, entre ellos organizaciones internacionales de seguridad en el espacio Europa y el Atlántico.
Respecto al problema de Afganistán, Rasmussen indicó que la OTAN aspira a acordar con Rusia tres asuntos claves, entre ellos el tránsito de cargas por el territorio ruso, instrucción de pilotos y suministro de piezas de repuesto para los helicópteros de las fuerzas armadas afganas, y adiestramiento de expertos para la lucha antidroga.
“Todo lo anteriormente mencionado es posible porque compartimos el interés en que la situación en Afganistán se estabilice”, indicó.
En total, la OTAN tiene disposición a profundizar y ampliar los vínculos de cooperación a escala global, y con Rusia en particular, concluyó Rasmussen.
