Un viaje a Dharamsala, ciudad india en la que reside el Dalai Lama
Un viaje a Dharamsala, ciudad india en la que reside el Dalai Lama
Sputnik Mundo
Dharamsala es una población al pie del Himalaya, en el estado indio de Himachal Pradesh. En el marco de su proyecto “Eres reportero”, RIA Novosti ofrece un... 09.11.2010, Sputnik Mundo
Dharamsala es una población al pie del Himalaya, en el estado indio de Himachal Pradesh. En el marco de su proyecto “Eres reportero”, RIA Novosti ofrece un recorrido por esta ciudad, que da cobijo a los tibetanos huidos de la China comunista, y que alberga la residencia del Dalai Lama y del Gobierno tibetano en el exilio, así como numerosas escuelas y monasterios tibetanos.
Dharamsala es una población al pie del Himalaya, en el estado indio de Himachal Pradesh. En el marco de su proyecto “Eres reportero”, RIA Novosti ofrece un recorrido por esta ciudad, que da cobijo a los tibetanos huidos de la China comunista, y que alberga la residencia del Dalai Lama y del Gobierno tibetano en el exilio, así como numerosas escuelas y monasterios tibetanos.
Dharamsala es una población al pie del Himalaya, en el estado indio de Himachal Pradesh. La ciudad, que da cobijo a los tibetanos que escaparon de la China comunista, alberga la residencia del Dalai Lama y del Gobierno tibetano en el exilio, así como numerosas escuelas y monasterios tibetanos…
Antes de entrar en la ciudad, la carretera hace una curva que siempre está en obras. Fue aquí donde un autobús lleno de turistas se precipitó al vacío. Según dicen, el conductor fue el único quien salió con vida del accidente.
Dharamsala es un mundo aparte donde se habla en una mezcla entre el tibetano, el hindi y el inglés, donde los jóvenes tibetanos quieren estar a la última y van a locales de moda para beber cerveza y fumar.
En el propio Tíbet la vida es bien distinta. Hay muchísimos menos clubes, los pantalones de mezclilla no son tan anchos, los hábitos de vida son más austeros y las tradiciones se respetan más.
Al igual que otros muchos asiáticos, a los tibetanos les encanta hacer vida social. Así, uno de sus pasatiempos preferidos es el llamado “momo-party” (de “momo”, una especie de raviolos rellenos de verdura o carne, y “party”, fiesta), cuando varios tibetanos se juntan en casa de uno de ellos para hacer momos y comerlos hasta casi reventar.
Al invitado se le deleita con una taza de té que siempre se está llenando. Los tibetanos toman té con sal, cosa que puede hacer pasar un mal trago al invitado y más si la infusión se toma en un sorbo. La situación todavía puede ser más aguda si el invitado en cuestión acaba de llegar de la India donde el té se toma muy dulce.
Además de los jóvenes tibetanos poco trabajadores, en Dharamsala viven los Grandes Maestros del presente y los espíritus de los Grandes Maestros del pasado.
Los tibetanos respetan y aprecian a sus mayores, sobre todo a los ancianos. En el mismo Tíbet sigue viva una tradición que obliga al hijo mediano a permanecer en el hogar familiar para cuidar de sus padres. En cuanto a los niños, los adoran a todos, hasta el punto que parece que no distingan entre los propios y los ajenos.
Los tibetanos no sólo poseen una ciudad propia que no tiene nada que ver con el resto de las urbes indias. También se caracterizan por su forma de ver la vida. Para llegar a comprenderlos, habría que pasar muchos años viviendo entre ellos, y aún así, muchas de sus actitudes seguirían pareciéndonos inexplicables.
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