Saludos desde Rosario: Querido pueblo ruso, descendiente de aquel bravo pueblo soviético que logró hazañas inauditas en la historia humana; faro de libertad y valentía para los pobres de este mundo. Festejemos este día glorioso, el nacimiento de un nuevo tiempo para la especie humana; con la certeza que la caída de la URSS no es definitiva, sólo un paréntesis amargo entre aquel pasado y un futuro con socialismo, esta vez no dogmático ni autoritario.
Un gran abrazo, Ricardo