Una serie de explosiones que resonaron este martes en la capital de Iraq se cobraron al menos 62 vidas, unas 180 personas recibieron heridas, informó la policía iraquí.
Los explosivos colocados en autos y al borde de carreteras fueron accionados en diez distritos de Bagdad, en lugares de concentración masiva de la gente.
Los ataques estuvieron apuntados, fundamentalmente, contra los barrios chiítas. En algunos, los terroristas abrieron fuego de morteros.
El ministro de Salud de Iraq confirmó 36 muertes, dijo que 320 personas recibieron heridas.
Una oleada de violencia volvió a recorrer Bagdad pasados dos días solamente desde la toma de una iglesia católica por unos extremistas, con un saldo de más de 50 muertos y unos 70 heridos.
