El número de las víctimas mortales de la erupción del volcán Merapi, isla de Java, ha ascendido a 30 luego que cinco personas con fuertes quemaduras murieron, informaron hoy las autoridades locales.
Once cuerpos todavía no están identificados, según declaraciones de Teguh Dwi Santosa, uno de los dirigentes del hospital Sarjito de la ciudad de Yogyakarta, donde continúan internados hasta 20 afectados.
De las laderas del Merapi (que significa monte ígneo) ya fueron evacuadas unas 20 mil personas.
Una pesada ceniza gris cubre los alrededores del volcán, mientras que gran número de casas, granjas y árboles fueron quemados.
Centenares de personas acuden a puestos médicos montados en campamentos de refugiados por problemas de vista y respiración.
Según vulcanólogos, la potencia acumulada actualmente por el Merapi es mucho mayor que en sus erupciones anteriores de 2006 y 1994. En 1930, el “monte ígneo” se cobró 1.400 vidas humanas.
Nadie se atreve a predecir el comportamiento futuro del “monte ígneo”, que en estos momentos parece estar tranquilo.
El director del Centro local de Vulcanología, Surono, recomendó a las autoridades proseguir la evacuación, en particular, porque en las laderas del volcán se han acumulado millones de metros cúbicos de rocas expulsadas de sus entrañas, que pueden precipitarse hacia abajo en cualquier momento.
Indonesia es indudable “plusmarquista” mundial en cuanto a actividad volcánica y sismos que suceden en su territorio. Forma parte del llamado Anillo de Fuego del planeta, de 40 mil kilómetros de largo, que ciñe el Pacífico. Pasa a lo largo de las costas de las Américas del Sur y del Norte hasta el sur de Alaska, luego dobla en dirección al Japón, Filipinas e Indonesia y termina cerca de Nueva Guinea, Nueva Zelanda y la parte suroeste de Oceanía.