La cumbre tripartita entre Francia, Alemania y Rusia, la primera tras una pausa de cinco años, celebrada ayer en la ciudad francesa de Deauville, abordó asuntos de seguridad global y las relaciones de Rusia con la OTAN, escribe en su edición de hoy el periódico Nezavisimaya gazeta.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, canciller federal de Alemania, Angela Merkel y presidente ruso Dmitri Medvédev discutieron los problemas internacionales de actualidad, incluido el futuro de la seguridad europea, el programa nuclear iraní, el arreglo en el Oriente Próximo, la cooperación estratégica entre Rusia y la Unión Europea y la arquitectura global financiera.
Los líderes de los “grandes de Europa” manifestaron su apoyo a la modernización de Rusia.
Merkel exhortó a acelerar la preparación de un nuevo acuerdo estratégico de cooperación entre Rusia y la UE.
Sarcozy señaló que dentro de unos 10 o 15 años Rusia y la Unión Europea tendrían un espacio económico común con una concepción general de seguridad y suprimirán los visados.
Medvédev destacó su aspiración de que durante la cumbre Rusia-UE, a celebrarse en diciembre próximo en Bruselas, se lograra un progreso en las medidas conjuntas dadas para la supresión del régimen de visados.
El resultado principal de la cumbre fue el consentimiento de Dmitri Medvédev a participar en la reunión Rusia-OTAN que tendrá lugar en Lisboa en noviembre próximo.