Moscú, 7 de septiembre, RIA Novosti. El riesgo de estallar guerras civiles en África no está relacionado con el calentamiento del clima, dice un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, EEUU.
El calentamiento del clima que se registra en el planeta en los últimos 50 años fue especialmente notable en África. En ese período aumentó el número de guerras
civiles en el continente, las que se caracterizaron por una especial intensidad durante la década del 90. Unos políticos intentaron atribuirlo al impacto de la sequía y el fuerte calor.
Pero Halvard Buhaug, del Centro de Estudio de Guerras Civiles del Instituto de Investigación Internacional de la Paz, Noruega, al estudiar con métodos estadísticos los conflictos armados que tuvieron lugar desde 1960 y las características del clima en ese mismo período, llegó a la conclusión de que la probabilidad de una guerra civil de hecho no tiene nada que ver con el cambio climático.
Buhaug analizó, en particular, el impacto del factor climático en el desarrollo de guerras civiles en Sudán, Etiopía, Somalia y la República Democrática de Congo, países con mala ecología e instituciones policiales débiles, la agricultura de los cuales depende mucho de la cantidad de precipitaciones. La única excepción, según Buhaug, consiste en que el apogeo de tales conflictos (de más de mil víctimas mortales al año) suele coincidir con períodos lluviosos.
Los conflictos en África estallan igual que antes por causas políticas y económicas, fundamentalmente, afirma el científico, aunque no excluye que un cambio climático local pueda provocar conflicto en un país dado. Para verificar lo correcto de esa hipótesis, hará falta reunir datos más precisos, considerar todas las variaciones de los cambios climáticos y el desarrollo de la tensión social en varias partes del continente africano.