Buenos Aires, 24 de agosto, RIA Novosti. Socorristas establecieron contacto telefónico con los trabajadores atrapados hace más de dos semanas en la mina San José, al norte de la capital chilena, informó la noche de lunes (madrugada de martes en Moscú), el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne.
En una entrevista a la emisora Cooperativa el ministro comunicó que se realizó la primera conversación telefónica entre socorristas y los mineros atrapados que aseguraron sentirse bien, estar sanos, a excepción de uno de sus colegas quien padece de dolencias gástricas.
El derrumbe en la mina de San José, en las cercanías de la ciudad de Copiapó, en el desierto chileno de Atacama, a unos 900 kilómetros al norte de Santiago de Chile, se produjo el 5 de agosto pasado a una profundidad de 700 metros. En la entrañas de la montaña quedaron atrapados 32 chilenos y un boliviano.
Los socorristas iniciaron la operación de búsqueda y rescate inmediatamente, no obstante el difícil acceso a la mina dificultó el trabajo.
El pasado domingo especialistas perforaron un agujero en la mina donde debían encontrarse los mineros, y al sacar la sonda, encontraron una nota escrita por los mineros en la que informaron que estaban sanos y salvos.
Actualmente, el contacto con los mineros atrapados se mantiene a través de un canal de ocho centímetros de diámetro, ya se realiza la entrega de alimentos, agua, oxígeno y medicamentos.
Los socorristas planean aumentar el canal hasta 68 centímetros para subir a los mineros a la superficie, pero las labores para perforar ese túnel tardará entre tres y cuatro meses.
Golborne indicó que para comunicar a los mineros que su rescate no es una cuestión de días habrá que solicitar ayuda de los sicólogos de la NASA que tienen buena experiencia en la preparación de los astronautas para largos vuelos espaciales.
A su vez, Perú, España y Rusia ya ofrecieron su ayuda a Chile en la labor de rescate de los mineros atrapados.
El empresario chileno Leonardo Farkas entregó a los familiares de los mineros atrapados bonos por 10.000 dólares cada uno y pidió a sus colegas de negocio seguir su ejemplo para aumentar la suma hasta un millón de dólares para que los trabajadores "cuando salgan con vida, no tengan ninguna preocupación económica".
