Moscú, 16 de agosto, RIA Novosti. El agente del Servicio de Inteligencia Exterior de Rumania, Gabriel Grecu, que trabajaba en la Embajada rumana en Moscú y se sospecha de recibir documentos secretos de un ciudadano ruso, fue declarado persona non grata y deberá abandonar la capital rusa en un plazo de 48 horas, comunicó hoy el Servicio Federal de Seguridad (FSB).
"El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha elevado una protesta a la parte rumana por el hecho de que las actividades a las que se dedicaba Grecu son incompatibles con su estatuto de diplomático", señala el comunicado.
Según la nota, Grecu trabajaba como "primer secretario del departamento político de la Embajada rumana en Moscú" y los "accesorios que llevaba durante su detención prueban que estaba realizando actividades hostiles contra Rusia".
El presunto espía fue detenido hoy en Moscú por agentes del FSB.
RIA Novosti no dispone por ahora de comentarios de la Embajada de Rumania en Moscú.