Moscú, 30 de junio, RIA Novosti. La acusación en el proceso contra el ex dictador panameño Manuel Noriega pidió hoy una condena de diez años de cárcel por blanquear en Francia dinero proveniente de narcotráfico, informaron agencias internacionales.
El Tribunal Correccional de París comenzó el juicio contra Noriega el 28 de junio, después de que el pasado sábado fuera extraditado a Francia desde EEUU, donde estuvo tras las rejas desde 1990, año en que fue capturado durante la invasión estadounidense a Panamá.
En 1992 fue condenado a 40 años de cárcel por extorsión y corrupción. Más tarde, le redujeron la condena por buena conducta primero hasta 30 años y luego hasta 17,5.
A comienzos de este mes de junio, Panamá solicitó que Francia extradite al ex dictador. El plazo de reclusión en EEUU concluyó en septiembre de 2008, pero Noriega siguió allí en espera de la decisión sobre su extradición al país galo.
En 1999, la Justicia francesa lo declaró culpable del lavado de dinero obtenido de narcotráfico y lo condenó a 10 años de prisión.
Los abogados del ex general insisten que su estatus de prisionero de guerra exige que sea extraditado a Panamá donde fue condenado en rebeldía a 60 años de cárcel por extorsión, secuestros y asesinatos de opositores políticos. Es muy probable que una vez allí, Noriega, de 76 años, sea sometido al arresto domiciliario, un derecho que la legislación panameña prevé para los mayores de 74 años.
EEUU invadió Panamá en diciembre de 1989, tras acusar a Noriega, quien gobernó el país desde 1983, de haber transformado ese Estado centroamericano de importancia estratégica en un centro de narcotráfico. Además, Washington sospechó que trabajaba para los servicios de inteligencia cubanos.
Nacido en 1934, Noriega hizo una vertiginosa carrera militar. En 1968 apoyó el golpe militar contra el presidente Arnulfo Arias. Estuvo al frente de la policía secreta durante el gobierno de la junta militar.
Según algunos medios, trabajó durante mucho tiempo para la CIA informándola sobre la situación del país. Más tarde, el Gobierno estadounidense decidió retirarle el apoyo al enterarse de sus contactos con narcotraficantes, lo que sirvió de pretexto para la invasión de 1989.
