Moscú, 19 de abril, RIA Novosti. Altos cargos del Pentágono afirman que el nuevo Tratado de Reducción de las Armas Nucleares Estratégicas (START), firmado entre Rusia y Estados Unidos el pasado 8 de abril, permitirá a Washington desplegar su nuevo sistema de defensa antimisiles (DAM) en Europa en los siguientes ocho años, escribe hoy el diario Kommersant.
"El nuevo tratado nos ayudará a crear un escudo antimisiles plenamente efectivo en Europa y el Pacífico", señaló el teniente general Patrick O'Reilly, director de la Agencia de Defensa de Misiles del Pentágono.
O'Reilly hizo estas declaraciones en respuestas a las críticas contra el presidente Obama por algunos dirigentes del Partido Republicano, quienes afirmaron que el documento suscrito en Praga amenaza el despliegue de DAM.
Según el teniente general, a diferencia del antiguo acuerdo, el nuevo START no prevé ninguna restricción para el número de lanzamientos desde aviones y buques durante los ensayos de nuevos misiles interceptores.
Por su parte, el subsecretario adjunto de Defensa, Bradley Roberts, encargado de las políticas de protección de EEUU contra amenazas nucleares y balísticas, destacó que el nuevo escudo antimisiles cubrirá la totalidad del continente europeo, mientras que el antiguo plan, que preveía emplazamientos de DAM en Polonia y la República Checa, habría permitido proteger sólo el 75% de su territorio.
El nuevo sistema deberá estar listo en un plazo de 8 años. La primera fase debe concluir antes del fin de 2011 (para entonces, el Pentágono deberá decidir qué país del sur de Europa alojará los radares). Al mismo tiempo, en buques con sistemas antimisiles Aegis se instalarán también interceptores de la clase SM-3.
En 2015 el sistema de defensa existente contará con misiles de nueva generación, y durante los tres años siguientes los SM-3 serán reemplazados por novísimos sistemas balísticos.
La modernización de DAM tendrá un alto costo para los bolsillos de los estadounidenses. Mientras que el precio de un SM-3 oscila entre US$ 10 y 15 millones, el de un misil nuevo de largo alcance ascenderá a US$ 70 millones.
