Moscú, 14 de abril, RIA Novosti. El presidente de EEUU, Barack Obama, decidió no celebrar negociaciones bilaterales con el presidente georgiano Mijaíl Saakashvili para complacer al tándem ruso: el primer ministro Vladímir Putin y el presidente Dmitri Medvédev, opina The Washington Post, pero al mimso tiempo subraya que la Administración de Obama lo negará sin duda.
Tal desprecio a un aliado de EEUU no puede menos que extrañar, pues se celebran reuniones con Armenia y Turquía, limítrofes con Georgia.
Ucrania también figura entre los doce Estados con cuyos máximos líderes Obama se reunirá en persona.
La cuestión radica en que esos Estados, a diferencia de Georgia, tienen magníficas relaciones con Rusia, explica un analista de The Washington Post.
El tema de la cumbre de Washington es la seguridad nuclear.
Obama en cada una de sus reuniones aborda diversos aspectos de ese problema.
En particular, pretende conseguir de Armenia y Turquía que abran sus fronteras.
Con el nuevo presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, analizará su declaración sobre la aspiración a librarse de todos los arsenales nucleares, lo que adquiere una especial importancia a la luz del deseo de Obama de liquidar por completo el arma nuclear.
Pese a esas lógicas explicaciones, la renuncia de Obama a reunirse con Saakashvili no puede menos que extrañar, señala el articulista y dice suponer que algunos en Moscú habrán sonreído al enterarse de tal decisión. Georgia hace todo por demostrar la fidelidad a EEUU: envía sus soldados a Iraq, quiere ingresar en la OTAN y adquirir armas estadounidenses, pero en vez de una reunión oficial, a Saakashvili le conceden una conversación telefónica solamente.
Verdad que Obama trató extraoficialmente con el presidente georgiano en los pasillos de la cumbre, le expresó agradecimiento por un "sustancial aporte" en la guerra que se libra en Afganistán.
De ahí que Saakashvili tuvo suerte en comparación con el máximo líder de Azerbaiyán, Iljam Alíev, quien ni fue invitado al foro, aunque la república limita con Irán y Rusia y por eso puede desempeñar un papel sustancial en el tráfico ilegal de material nuclear.
Según el periodista, la Casa Blanca habrá pensado que la presencia de Alíev obstaculizaría los esfuerzos por lograr paces entre Turquía y Armenia.