Moscú, 22 de marzo, RIA Novosti. Michael Campbell, de 27 años, empleado de un centro de llamadas británico fue despedido, porque al trabajar de noche se comió bizcochos de su colega, informó hoy la prensa del país.
El tribunal obligó a Campbell a compensar el costo del producto (7 libras esterlinas) y también los gastos judiciales (150 libras esterlinas).
El acusado afirmó que estaba seguro de que los bizcochos fueron comprados para todo el personal por el jefe del centro. Al sentir hambre, el hombre los tomó de la mesa de una colega y se los comió.
Al día siguiente, la mujer descubrió su ausencia e informó del robo al jefe. Agentes del servicio de seguridad del centro revisaron el material grabado en vídeo, averiguando que el culpable era Campbell.
Durante la vista de la causa en el juicio, la dueña declaró que no le importaba tanto el daño material sufrido cuanto la intromisión en su espacio personal. El abogado de Campbell a su vez dijo lamentar que el proceso manche la reputación de su cliente que nunca tuvo antecedentes de infractor de la ley.