Moscú, 4 de marzo, RIA Novosti. El Gobierno de Libia anunció el pasado miércoles la introducción de un "embargo total" contra Suiza, nación a la que el líder libio, Muamar al Gadafi, amenazó recientemente con una yihad, o guerra santa, por prohibir la construcción de minaretes.
"Libia decidió embargar todos los contactos económicos y comerciales con Suiza", afirmó el portavoz gubernamental, Mohamed Baayou, al agregar que Trípoli buscará proveedores alternativos de fármacos, equipos médicos e industriales.
A finales de febrero pasado, Al Gadafi calificó a Suiza de nación "apóstata" e "impía" que "destruye las casas de Alá". "La yihad contra Suiza, sionismo y agresión extranjera no es terrorismo", dijo. Estas declaraciones le valieron fuertes críticas por parte de naciones occidentales.
"Mucha palabrería y muchos papeles volando por todas partes pero no necesariamente con mucho sentido", señaló al respecto Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado de EEUU.
La cancillería libia exigió a Washington "explicaciones y apologías" a raíz de ese comentario, de manera que Crowley se vio obligado a precisar ayer que no era "un ataque personal". Al mismo tiempo, el diplomático estadounidense dejó claro que su país no se tomará a la ligera los llamamientos a una yihad.
Un referéndum celebrado en Suiza el pasado 29 de noviembre arrojó el 57,5% de los votos contra la construcción de nuevos minaretes en el país. En febrero pasado, Suiza declaró personas no gratas a 188 funcionarios libios de alto rango, entre ellos, Al Gadafi, sus familiares y miembros del Gobierno de Trípoli que tampoco podrán entrar ahora en otros países de la zona Schengen.