Políticos reivindican para Rusia el papel de gran exportadora de agua dulce, señala hoy el rotativo Gazeta.Ru.
"El agua limpia también es un recurso estratégico", como el petróleo y el gas, piensa Boris Grizlov, presidente de la Cámara baja del Parlamento ruso. Al intervenir ayer en una mesa redonda sobre el proyecto Agua Limpia, que el partido oficialista Rusia Unida ideó hace tres años y que dio origen a más de 600 programas regionales y municipales, Grizlov recordó que en Rusia se concentra una quinta parte de las reservas mundiales de agua dulce, producto que podría exportarse tanto por acueductos como en buques petroleros.
Svetlana Orlova, vicepresidenta del Senado ruso, afirmó por su parte que Rusia podría adjudicarse la sede de una agencia global de recursos hídricos, organismo que surgirá probablemente durante el foro internacional Agua Limpia previsto para el 24 y el 25 de noviembre próximo en Moscú. Grizlov respaldó esta iniciativa al precisar que el nuevo organismo podría obtener el rango de agencia de la ONU.
Casi mil millones de personas en nuestro planeta no tienen acceso estable al agua y unos 250 millones padecen de enfermedades causadas por el consumo de agua de baja calidad, según las estimaciones de expertos.
El mismo problema existe en Rusia donde "un 40% de la población reside en regiones que se ven obligadas a consumir el agua de dudosa calidad", dijo Grizlov. En algunas zonas como Ingushetia, agregó, ello provoca hasta el 50% de todas las enfermedades.
En los últimos ocho años, señaló el parlamentario, el Estado ruso incrementó seis veces el volumen de las inversiones en la mejora de sistemas de depuración y preservación de recursos hídricos. Aún así, hasta el 90% de las aguas residuales sigue sin purificar hasta niveles establecidos por las normativas vigentes.