El 10 de marzo, siete semanas antes de celebrase la Pascua según el calendario Juliano (vigente en la Iglesia Ortodoxa de Rusia), comienza el Gran Ayuno ortodoxo ("Veliki Post"), que se compone del Cuaresma de la Iglesia Ortodoxa y la Semana Santa (la anterior a la Pascua). El Cuaresma se estableció en honor al retiro de 40 días de Jesucristo al desierto, y la Semana Santa, como recuerdo de los últimos días de la vida terrenal, el martirio, la muerte y el entierro del Señor. El Gran Ayuno ortodoxo dura 48 días en total.
Se suele observar con la mayor rigurosidad la abstinencia de comer carne, productos lácteos, pescado y huevos durante la primera y la última semanas del Gran Ayuno.
La abstinencia puede realizarse con diversos grados de rigurosidad:
- - abstinencia total
- - consumo de productos secos solamente
- - comida caliente sin grasas ni aceite
- - comida caliente cocida con aceite
- - consumo del pescado.
Los estatutos de los monasterios prescriben a los cristianos ortodoxos observar el Gran Ayuno del modo siguiente:
Durante los primeros dos días de la primera semana cumplir la abstinencia del primer grado, o la total.
En los demás días del Cuaresma, menos los sábados y los domingos, se prescribe la abstinencia del segundo grado: se puede consumir comida vegetal una vez al día, sin aceite, en horas de la tarde. Los domingos y los sábados se permite el ayuno del tercer grado: comida vegetal cocida con aceite, dos veces al día.
El grado más ligero de la abstinencia permite ingerir pescado durante el Día de la Anunciación de la Virgen (si éste no coincide con la Semana Mayor) y el Domingo de Ramos. El sábado de San Lázaro se puede consumir caviar, bálsamo y vino.
Pero las más rigurosas normas del ayuno no siempre pueden aplicarse en nuestra realidad. Muchos sacerdotes señalan, por ejemplo, que el consumo de productos secos solamente era posible en los monasterios antiguos, en épocas en que el aire, el agua y el pan eran de muy distinta calidad y que en nuestra realidad, con horas punta en el metro y grandes sobrecargas en el trabajo, sería muy difícil observar ayuno de tal grado.
La rigurosidad de la abstinencia debe coordinarse obligatoriamente con el sacerdote, partiendo del estado de la salud de la persona.
En épocas pasadas, la vida cambiaba radicalmente durante el Gran Ayuno en los países ortodoxos: se cerraban los teatros, los baños públicos, establecimientos de juego, cesaba el comercio de carne; durante la primera y la última semanas del Gran Ayuno no había clases en los centros docentes, se cerraban los establecimientos públicos.
En Grecia hoy día tampoco se trabaja en el primer día del Gran Ayuno.
Durante la primera semana del Gran Ayuno, el oficio divino suele ser especialmente duradero.