Canberra, 14 de enero, PL, para RIA Novosti. Greenpeace festejó hoy el éxito de su más reciente acción contra balleneros japoneses que intentaban capturar cetáceos en la zona protegida de la Antártida.
El grupo ecologista persiguió sin cesar a seis embarcaciones que se hallaban en el área hasta que éstas decidieron irse, confirmó la radio australiana ABC.
Carly Thomas, uno de sus activistas, advirtió que Greenpeace mantendrá allí al navío Esperanza por si regresa el buque japonés Nisshin Maru.
Según alertó, se interpondrán con barcos y neumáticos para impedir que arponeen a las ballenas.
Australia también vigila la faena de los balleneros nipones desde la nave Oceanic Vicking, desde donde recopila pruebas gráficas.
Ante las presiones de Canberra, Tokio suspendió la caza de 50 ballenas jorobadas que pretendía capturar este año, pero continúa con el controvertido programa científico que le permite ir por 850 ballenas Minke y medio centenar de ballenas de aleta anualmente.
Japón e Islandia capturan más de dos mil de estos mamíferos al año alegando fines científicos, que organizaciones ambientalistas ven como una fachada para encubrir su verdadero propósito comercial.
Noruega es el único país que autoriza la pesca comercial de cetáceos.